Secciones

La culpa de enamorarse

E-mail Compartir

"Soy la perra / la vaca/ la serpiente / la tentación. / Soy la mula que se empecina / la galla loca que la empina / la perdición puta y la asesina (...) Y tú / tú eres el macho / el puto macho cabrío / el chistosito del grupo / el que toda' se la puede / el que nunca tiene culpa / el que... / qué duda cabe / saldrá adelante / porque puta' que... / (sí, así andan diciendo to'os) / ¡puta que e' inteligente el chiquillo...!".

El fragmento forma parte de "Cuento de a dos", texto que abre el libro "Nomeolvides: flores para nombrar la ignominia", de la poeta valdiviana Verónica Zondek, y recoge a modo de síntesis conceptual los elementos que forman parte de este poemario rebelde, visceral.

Con una fuerte carga narrativa, Zondek va desgajando poemas centrados en la figura de una adolescente marginada, que contiene en sí misma las distintas formas de exclusión, prejuicio, negligencia e indiferencia que rodean la relación amorosa, la identidad sexual y la maternidad femeninas.

No es un manifiesto feminista, no; es más bien la franca constatación de una imposición social, cultural y amorosa, que determina su forma de sentir y vivir. En estos poemas, la chica carga la culpa de "haber enamorado" al chico, la ignominia de "haberse dejado embarazar", el dolor de la infidelidad, la soledad de una maternidad no deseada.

"Ahora me da güelta' la cabeza / me le come el vientre / y no tengo a quién decirle na' / ni a quién llorarle / y no sé cómo hacer pa' seguir", dice la protagonista. "Fuiste tú la hue'ona / tú la que andabai abriéndote de pata'. / ¿Acaso te declaré mi amor? / ¿Te dije que te casarai conmigo? / No po' cabrita / na' de eso. / Así que a mí / maní / te la' arreglai y punto", le responde el galán.

Verónica Zondek hace gala de un oído agudo para captar también la oralidad del lenguaje, un lenguaje de la calle, de la población, de la esquina, de la juventud, traspasado al libro con todos los ritmos, estridencias y tonalidades del habla popular contemporánea. El lenguaje de estos poemas se convierte, así, en otro personaje del entramado de este gran soliloquio. Por una parte, el habla fluye incontinente de la boca desinhibida de la muchacha, cuyos profundos sentimientos son traducidos en esta expresión breve y coloquial. Por otra parte, los conceptos, las palabras, los calificativos, los apodos, los apelativos, aparecen como piezas claves para entender la compleja sicología del personaje.

Valparaíso será sede de la literatura infantil y juvenil

E-mail Compartir

Los que crecieron en los '80 recordarán que, por aquellos años, el paradigma de literatura para niños iba más o menos de "Papelucho" a "Las aventuras de Tom Sawyer", con unas pocas alternativas entre medio.

Tres décadas después, aquellos mismos niños, ya convertidos en padres, han comprobado que el espacio de la literatura destinada a niños y jóvenes se ha ampliado de forma exponencial y hoy ofrece un amplio repertorio de libros para las primeras etapas de la vida, que van desde textos vinculados con la historia y la cultura local hasta las populares sagas para adolescentes, pasando por poesía, adaptaciones de clásicos y novelas gráficas, entre muchos otros títulos.

La literatura infantil y juvenil hoy ocupa un lugar importante en la discusión acerca del libro y la lectura en Chile. Y bien lo sabe Gladys González, poeta, profesora y especialista en Fomento de la Lectura y Literatura Infantil y Juvenil. Junto a la poeta argentina Marian Lutzky, organizó un Festival de Literatura Infantil y Juvenil (LIJ) en Valparaíso, que se extenderá hasta noviembre con diversas instancias de reflexión en torno a esta temática.

"El Festival de LIJ de Valparaíso, financiado por el CNCA, busca generar un espacio abierto, gratuito e inclusivo que visibilice y dialogue con el mundo infantil y juvenil a través de actividades de capacitación, promoción y animación de la lectura infantil y juvenil para docentes, padres, madres, niños/as, jóvenes, mediadores de la lectura, ilustradores, editores e interesados en el área", explica González.

La actividad se realizará entre agosto y noviembre e incluirá diversas modalidades de trabajo: seminarios teóricos gratuitos; capacitaciones para familias en centros comunitarios; y capacitaciones para centros comunitarios y SENAME para la implementación de una biblioteca comunitaria de LIJ.

También habrá exhibición de libros durante los seminarios y una feria dedicada a la labor de la LIJ y la ilustración regional, el 23 de octubre.

UNA NECESIDAD

-Los rincones infantiles en bibliotecas públicas, salas cunas, ludotecas y jardines son instancias que permiten sociabilizar en torno a prácticas lectoras desde la primera infancia y generan un ejercicio democrático de la lectura. Esto, con la conducción y sistematicidad adecuada, despierta interés por otras temáticas durante la adolescencia, y la lectura termina siendo un hábito y una necesidad.

-Se ha ido profesionalizando principalmente en bases iniciativas privadas como Fundación Había Una Vez, Fundación La Fuente o Biblioteca LibroAlegre en la región y por el trabajo realizado por editoriales, escritores e ilustradores quienes han tenido un mayor reconocimiento a través de la internalización de su trabajo como María José Ferrada y Alejandra Acosta.

j