Hace más de 20 días, después del amague de incendio, que los locatarios que trabajan en la esquina de calle Esmeralda con Almirante Montt, justo frente a la plaza Aníbal Pinto, viven atemorizados, preocupados y nerviosos porque dicen tener una "bomba de tiempo, a punto de explotar" y que podría tener consecuencia nefastas.

Todo partió luego del incendio, que si no hubiese sido por la rápida acción de Bomberos, habría consumido la panadería, el pub 'La Máscara' y la botillería 'Oasis', e incluso el 'Cinzano'.

El fuego se inició al lado de la botillería 'Oasis', en un espacio donde se encuentra el sistema que distribuye luz al resto de los locales y estaban los lectores de energía eléctrica, ya que la botillería cuenta con uno propio.

En ese entonces, los aparatos fueron retirados en la emergencia, pero nunca más volvieron a ser repuestos por Chilquinta, trabajadores de la empresa fueron los días posteriores, repusieron el sistema de luz a medias, y dejaron los cables expuestos lo que para el dueño de la botillería, don Luis Encalada, podría provocar otro incendio o alguien podría electrocutarse.

"Ayer (viernes) vinieron y dejaron los cables colgando, he llamado cualquier cantidad de veces para reclamar y no me han dado ninguna solución", apunta don Luis indignado, quien además trabaja ahí hace más de 14 años y nunca había tenido problemas parecidos.

¿Se acuerda de Raúl Pineda? ¿el abuelito de 84 años que vivía en condiciones inhumanas en una casa convertida en basural en Gómez Carreño? pues bien, hoy su vida ha dado un vuelco que muchos indigentes desearían pues se encuentra calientito y bastante mejor de salud en una habitación del Sanatorio Marítimo San Juan de Dios, de Viña del Mar.

Durante la mañana de ayer, el hombre, que fue trasladado desde el hospital Carlos Van Buren en donde estuvo recibiendo tratamiento por algunas semanas, conversó con La Estrella visiblemente emocionado. "Estoy muy feliz por esto. Me han ayudado mucho y estoy muy agradecido... se han portado muy bien conmigo", dijo el viñamarino que interrumpía la entrevista para comerse animadamente un colado.

De la miseria a la luz

La historia de abandono de Raúl Pineda fue dada a conocer por unos vecinos que se conmovieron de su situación. Gracias a ello, se logró que fuera sacado de esa casa llena de inmundicia y que la seremi de Desarrollo Social, junto al Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama) hicieran las gestiones para hospitalizarlo. A partir de allí, comenzó el cambio de vida del abuelo de 84 años que hoy luce un aspecto mucho más saludable.

"Hemos venido a acompañar a don Raúl hasta el Sanatorio, en el lugar donde finalmente lo van a atender. Quiero reconocer el esfuerzo de Senama para lograr este final feliz. El caso de don Raúl revela el abandono al que están sometidos muchos adultos mayores del país que no tienen redes familiares ni sociales", señaló el seremi de Desarrollo Social, Abel Gallardo.

Viviana Valle, coordinadora regional del Senama, destacó que en el caso de este viñamarino se pudieron activar distintas redes para dar con una solución concreta. "Estas redes públicas y privadas nos permiten que don Raúl tenga una solución definitiva. Hoy está siendo acogido en esta institución y va a permanecer de manera indefinida", declaró.

Por su parte, la dirección del recinto, se comprometió a estar siempre pendiente de su nuevo paciente. "Para nosotros es un compromiso social que tenemos con la comunidad y en la medida que se pueda dar respuestas a este tipo de invitaciones, lo haremos. Ojalá tuviéramos más espacio y condiciones para más personas, porque la verdad es que llevamos cerca de 6 años atendiendo a adultos mayores y nos damos cuenta que la necesidad es más grande y más de lo que esperábamos", afirmó.

Raúl Pineda también está reparando de a poco sus nexos familiares. Una hija y su hermano han comenzado a buscarlo y espera arreglar sus desaveniencias. Pero por ahora disfruta el momento. "Estoy contento porque voy a vivir mis últimos años en el lugar donde siempre me he criado, en Gómez Carreño y además me tratan como rey", manifestó entusiasta. J