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La maldición de los penales que ya persigue a Wanderers

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Cuatro penales en contra en apenas siete días. Parece una condena, pero así le ha sucedido a Wanderers en sus últimas tres presentaciones frente a Universidad Católica, Libertad de Paraguay y ahora O'Higgins, en Rancagua.

Ahora, si los penales hubiesen sido legítimos y/o bien cobrados... nada que decir. Pero resulta que a lo menos tres de ellos (los dos de Asunción y el de este sábado en Rancagua) fueron por decir lo menos, discutibles.

En el Estadio El Teniente y cuando Wanderers hacía méritos suficientes para ponerse en ventaja -el elenco caturro tuvo cinco ocasiones claras, sólo en el primer tiempo- vino la jugada de la polémica, en el minuto 43: el argentino Lezcano ingresa por el vértice del área, mete un centro a media altura que es interceptada con el hombro por el central Nelson Saavedra (otro que está "quemado" en estas lides) y el juez, Carlos Ulloa, que sanciona penal. En medio de los alegatos de los jugadores caturros (Viana se ganó incluso amarilla), el árbitro realizó un gesto insinuando que el "Chino" Saavedra movió el hombro para impedir el paso del balón.

Sea correcta o incorrecta la decisión referil, resulta que el ex wanderino Pablo Calandria -con un remate violento- superó la resistencia del golero Mauricio Viana, quien volvió a la titularidad en el arco caturro. Y con ese tanto, los tres puntos se quedaron en la VI Región.

FALTA DE GOL

En el segundo tiempo, y salvo quizás por los primeros minutos de éste, la tónica fue la misma... con un Wanderers dominador de las acciones y un meta rancagüino como Jorge Carranza, convertido -y por lejos- en la figura del partido. El resultado para Wanderers fue a todas luces injusto... casi una farra, pero al menos quedó el consuelo de que por entrega y voluntad, los caturros no se quedaron. Ahora, en el fútbol se gana con goles y si Wanderers no anota, la "nube negra" seguirá arriba y muy cerca de los verdes. J

Radiografía confirma la fractura nasal de Robles

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Corría el minuto 55 de partido y tras una jugada en donde incluso estuvo a punto de marcar -con un remate desde fuera del área- vino la fatalidad para el volante wanderino Andrés Robles, quien, en una disputa aérea, chocó su nariz de frente contra la parte posterior de la cabeza del rancagüino Gonzalo Barriga.

Debido a lo violento de la acción, ambos jugadores cayeron al piso y en el caso del caturro... se pensó lo peor. El joven volante llegaba a golpear el pasto -debido al dolor- y en un acercamiento de la imagen televisiva se pudo observar como su nariz sangraba con abundancia, producto de un corte.

Robles fue retirado en camilla del campo de juego (su reemplazante fue Jorge Ormeño) y ayer por la tarde se confirmó que había sufrido una fractura nasal.

"Me tomé unas radiografías y efectivamente, tengo fracturada la nariz. Mañana (hoy) me va a ver el doctor Verdugo en Mantagua, pero por lo conversado con él, lo más probable y lo más lógico es por ahora jugar con una mascara especial. Y como después viene la fecha FIFA con una para de 15 días, ahí evaluaremos si hay que operar o no, lo cual es un tema más bien estético".

Respecto a la jugada misma, Robles indicó que "jamás perdí el conocimiento, fui al cabezazo y no vi a Barriga. De ahí sentí que impacté con su cabeza y el dolor mismo... que fue muy fuerte. Pero después con la anestesia y cuando te ponen los puntos se pasa. La verdad que más que adolorido, salí enojado porque quería seguir jugando pero los kinesiólogos y paramédicos no me dejaron", señaló el hijo del "Choro" Robles. J