En noviembre del año pasado se hizo público el caso de la joven que hoy permanece internada en el hospital Carlos van Buren, con una medida de protección por una causa vinculada al narcotráfico y que estuvo unos días en el Fricke. Esa vez, nuestro diario informó del ataque a balas que ella y su pareja sufrieron en su propia casa, ubicada en el cerro Barón. Emulando a sicarios, un grupo de criminales ingresó al domicilio de la pareja -ella estaba embarazada de 37 semanas- y al encontrarlos sacaron armas de fuego cortas con las que dispararon una docena de veces con una sangre fría impresionante. Tras lograr su objetivo, huyeron por el oscuro pasaje y las quebradas aledañas. Mientras él sufrió un neumotórax y fractura del húmero derecho, ella recibió balas en su cara y en su columna vertebral, heridas que la dejaron tetrapléjica, mientras que su bebé se salvó gracias a una cesárea de emergencia.

ataques en el van buren

Dicho ataque reveló una cruda guerra entre familias de narcotraficantes porteños y que continuó la misma semana del baleo con un intento de homicidio en el hospital Van Buren. Hasta ahí llegaron dos sicarios que quisieron terminar con lo iniciado días antes. Uno de ellos llegó hasta dos metros de su víctima -el hombre de esta pareja- y disparó en dos ocasiones, pero otra vez falló. Y sólo hace unas semanas, esta perseguida pareja volvió a hacer noticia cuando el viernes 10 de julio pasado, mientras ella estaba internada en el hospital Gustavo Fricke esperando ser operada, dos individuos ingresaron a hurtadillas al recinto a través del Consultorio de Atención de Especialidades, lo que activó los protocolos de seguridad. Esa vez no hubo balazos. J

Fue el oportuno llamado de una persona que de manera anónima denunció la presencia sospechosa de unos sujetos que se movilizaban en un vehículo con los vidrios polarizados, la que permitió frustrar el robo a un local de venta de parabrisas en el sector oriente de Viña del Mar.

En horas de la tarde de este domingo, a eso de las 17.35 horas, el ingreso de un llamado anónimo al nivel 133 que daba cuenta de la presencia de un vehículo con vidrios polarizados, alertó a los funcionarios policiales de la Central de Comunicaciones, disponiéndose el inmediato traslado de un dispositivo a 14 Norte con 4 Oriente, lugar donde se ubica la Casa del Parabrisas.

TODO LISTO

Una vez en el lugar, los efectivos policiales verificaron la presencia del vehículo denunciado y al requerir a sus ocupantes información respecto de sus identidades, se comprobó que se trataba de H.G.O. y E.D.M. con domicilio en Viña del Mar y Villa Alemana, ambos con antecedentes penales.

Asimismo y dada la existencia de la denuncia previa, los efectivos solicitaron a sus ocupantes poder efectuar la revisión del vehículo, encontrando en el interior diversos elementos usualmente utilizados para cometer ilícitos, entre estos, un combo, un caimán y otras especies cuya presencia en el lugar no supo ser justificada por los ocupantes del automóvil. Al efectuar una revisión en el lugar, los efectivos advirtieron que los candados de la reja de seguridad del local comercial habían sido afectados. Los dos sujetos fueron puestos a disposición del Tribunal de Garantía de Viña del Mar. J

No una sino que tres veces la joven que hasta ayer permanecía internada en el Hospital Gustavo Fricke y sobre la que existe una medida de protección por una causa vinculada con narcotráfico habría sido objeto de amenazas de atentado. La última fue el pasado 10 de julio y aunque fue descartada por la dirección del hospital, la situación mantenía nerviosos a los funcionarios.

Tanto se hablaba del caso que incluso entre los trabajadores se comentaba que existiría una recompensa de 50 millones para quien concretara el oscuro plan de atentado.

Por eso ayer los 27 funcionarios del turno de la Unidad de Medicina de este centro asistencial, donde desde el miércoles pasado permanecía internada N.M.V. de 24 años, resolvieron paralizar sus actividades, exigiendo que la paciente fuera trasladada a Valparaíso. Y es que los funcionarios - en su mayoría mujeres - se encontraban nerviosos y estresados con la presencia de la joven en este lugar.

entra cualquiera

Miriam Baéz, a nombre de sus compañeras, planteó que con anterioridad, N.M.V. permanecía en la UCI, donde los accesos eran mucho más restrictivos, no así en medicina, donde deben custodiar a 96 pacientes y donde el acceso de visitas es de 7 horas diarias.

"En esta unidad no hay filtros, entran las visitas y puede acceder cualquier persona. Esta niña estaba a la vista, de hecho una de las doctoras tuvo que dar de alta la sala completa para dejarla sola en una sala. La idea era prevenir cualquier cosa que pudiera suceder durante el fin de semana. El carabinero no está de punto fijo afuera", describió.

Por lo mismo los funcionarios exigieron que la paciente que ya fue dada de alta, fuera trasladada hasta el centro de salud de Rodelillo o al Van Buren, pues, según dijeron, por domicilio, no le corresponde permanecer en el Fricke.

"Puede parecer para la risa, pero el nivel de estrés era tanto que una de mis compañeras un día que se encontraba realizando un control, sintió que se cayó algo y quedó pegada en la pared. No trabajamos tranquilos. De hecho nos comunicábamos por wassap para saber que todos habían salido bien después del turno", añadió la funcionaria. J