Cuidar a los hijos de a dos mejora la vida sexual
El experto en sociología Daniel L. Carlson de la Universidad Estatal de Georgia (EE.UU.) y los estudiantes Sarah Hanson y Andrea Fitzroy, realizaron un estudio que reveló que las parejas heterosexuales que comparten los deberes relacionados con el cuidado de los hijos tienen una vida sexual de mejor calidad y una mejor relación de pareja que aquellos que no lo hacen.
El informe fue presentado en la reunión Anual de la Asociación Americana de Sociología de Chicago (EE.UU.) y replicado por el sitio Muyinteresante.es.
Los investigadores contaron con la participación de 487 parejas heterosexuales de la encuesta MARS sobre Relaciones y Estado Civil de 2006. Todas ellas fueron divididas en tres grupos: el primero, en el que las mujeres llevaban a cabo al menos el 60% o el 100% de las tareas relativas al cuidado de los niños; el segundo, en el que los hombres se responsabilizaban de al menos el 60% o la totalidad del cuidado de los hijos; y por último, un grupo en el que tanto hombres como mujeres se repartían equitativamente el cuidado de los niños (supervisión, vigilancia, cuidado físico/emocional y cuidado interactivo).
Calidad y frecuencia
La investigación, además realizó un test paralelo para examinar la calidad de la relación de la pareja, teniendo en cuenta la calidad de vida sexual y también su frecuencia.
Los resultados revelaron que cuando las mujeres se ocupaban de prácticamente todos los deberes para con los niños, la vida sexual era de menor calidad y menos frecuente que el grupo en el que las parejas compartían esta labor. Esto es, las parejas con mayor satisfacción sexual fueron las que repartían la atención sobre los pequeños de la casa.
"Uno de los hallazgos más importantes es que el único acuerdo de cuidado infantil que aparece como muy problemático para la calidad de la relación y la vida sexual de la pareja es cuando la mujer hace la mayor parte o todo el cuidado de los niños", explica Carlson.
Otra de las conclusiones fue que cuando los padres se ocupaban de la mayoría de dichas responsabilidades, la calidad y la frecuencia de las relaciones sexuales se mantenía positivamente para las mujeres. J