Carol Alarcón es una porteña del cerro Placeres que lleva casi cinco días sin dormir. Desde que su hija Emily Vidal Alarcón, de 14 años, desapareció, no ha podido estar tranquila, ya que piensa que le puede estar pasando una desgracia. Sin embargo, esta no es primera vez que la joven no da señales de su paradero. El pasado 1 de agosto se escapó de su casa para irse a Lampa, a la casa de un lolo de 15 años que conoció por redes sociales y del cual está enamorada. Apareció a los cinco días después y sin dar mayores explicaciones. "Me dijo que no quería estar en la casa pero nunca me dice las razones. Nadie las sabe y estoy desesperada. Ahora está desaparecida desde el viernes pasado y no tengo idea de dónde está. Yo pienso que en la casa del joven que conoció, pero a él le mandó mensajes y tampoco me responde".

Emily se fue el viernes al colegio con un bolso negro y vistiendo el buzo de la República Uruguay. De ahí, nadie más la ha vuelto a ver. J

Un bonito final tuvo el paso de los viajeros de la 'Ruta de la Felicidad', quienes venían desde la zona austral del país a bordo de la kombi tricolor, que terminó con sus vidrios rotos tras un robo, cuando los chicos fueron a almorzar al Barrio Puerto.

Este hecho dejó mal parados a los porteños, ya que durante todo el viaje que comenzó en febrero de este año, en ninguna región habían tenido este tipo de problemas hasta que llegaron a Valparaíso.

Los tres jóvenes aventureros y cazadores de historias pintorescas y felices, estaban tristes y aproblemados al no saber cómo iban a resolver el drama con la fiel kombi, y así continuar la ruta hacia el norte.

Cuenta 'Pollo' que estaban en eso, cuando el porteño Jorge Carrera, los contactó a través del Facebook para ofrecerles cambiar él mismo las ventanas rotas y sin ningún costo ni interés de por medio.

"Como yo trabajo en el rubro de los automóviles, y me gustan mucho las kombis y los autos antiguos, los agregué a Facebook. Ahí me enteré lo que les había pasado y me dio mucha lata porque al final quedamos mal todos los porteños. Así que les envié un mensaje para ofrecerles mis servicios gratis", contó el porteño buena onda.

Los chicos de la 'Ruta de la Felicidad' quedaron felices y muy agradecidos. Y Carrera satisfecho, sigue trabajando en su local Blindex JC, ubicado en calle Uruguay 798, donde hace cambios de parabrisas y todo tipo de arreglos. J

Lo barato cuesta caro. Y eso lo saben las víctimas del considerable aumento de robos a los automóviles en el Barrio Puerto. La mayoría son turisas que van a disfrutar las delicias de los platos típicos porteños que ofrecen los restaurantes.

Muchos optan por dejar sus autos estacionados en las calles aledañas al clausurado Mercado Puerto, confiados en que no pasará nada, pero cuando regresan todo el buen rato puede pasar a una terrible pesadilla; una vez que encuentran sus vehículos con los vidrios quebrados y se dan cuenta que han sido víctimas de robos (leer nota aledaña).

La "ola de delincuencia" del sector, según lo demuestran los hechos, se les escapó de las manos tanto las policías como a las autoridades; la única alternativa es pagar y dejar el automóvil en un estacionamiento privado, donde hay cuidadores y al menos le responden si le pasa algo a su joyita, e incluso, por un poco más de lucas se la entregan limpiecita.

ESTACIONE SEGURO

En las calles Márquez con Bustamante y Márquez con Cochrane o Blanco, hay dos servicios de estacionamientos privados, donde el costo por la media hora es de tan solo 500 pesos.

Lorenzo Piazze, es el administrador de ambos lugares, y dice que "muchas veces la gente deja el auto en cualquier parte con tal de no pagar, pero después les roban y nadie responde; nadie ve nada. Llaman a Carabineros, pero ni rastro de los ladrones. Hay gente a la que les han abierto la maleta y les han sacado computadores y objetos de harto valor. Incluso a veces revientan enteros los pobres autos".

En el lugar en que se ubican los estacionamientos a cargo de Lorenzo, hay cámaras de seguridad en sus esquinas. Y además, él cuenta con personal todo el día, las 24 horas, a cargo de cuidar y limpiar los vehículos; si así lo requiere el cliente.

Los locatarios del sector aseguran que siempre les advierten de los robos al público, y aún así muchos hacen caso omiso.