Temía que un francotirador cobrara venganza por baleo
La tragedia del 14 de mayo cuando los universitarios Exequiel Borvarán y Diego Guzmán fueron baleados en la plaza Simón Bolívar en medio de una protesta estudiantil, revivió ayer con la reconstitución de escena que tuvo de protagonista a Giuseppe Briganti, imputado del doble homicidio.
Carabineros interrumpió temprano el flujo vehicular en calle Molina, entre Salvador Donoso y Brasil, para la diligencia que partió pasado el mediodía cuando dos carros de Gendarmería se posaron frente a la casa del imputado. Efectivos fuertemente armados, incluidos escudos y perros rottweiler, descendieron para asegurar el perímetro. Diez minutos después bajó esposado Briganti, con un peto amarillo de imputado, un casco y chaleco antibalas.
Su rostro estaba compungido y temeroso. "Estaba preocupado en la cárcel, temía que hubiera un francotirador en la escena que lo pudiera atacar", confidenció un miembro de Gendarmería.
La fiscal Mónica Arancibia, junto a la Brigada de Homicidios y el Laboratorio de Criminalística (con registro de audio, fotos y video), comenzaron de inmediato la diligencia con el testimonio del imputado, que se desplazó entre la calle y el interior de su vivienda. La parte crucial fue cuando recreó el tiro fatal. Se situó en la puerta principal de su hogar y bajo el dintel asomó su mano, y con una pistola deshabilitada color naranja, apuntó hacia la plaza Simón Bolívar, pero en ángulo elevado, insistiendo en que gatilló al aire.
le gritaron asesino
Su participación duró menos de media hora, hasta que retornó al carro de Gendarmería. "¡Asesino ctm... púdrete en la cárcel!", le gritaron transeúntes y cercanos a las víctimas cuando iba de vuelta al penal. Fue el único momento tenso de la jornada.
La reconstitución siguió con la intervención de casi una decena de testigos, los que mostraron a los investigadores cómo auxiliaron a los universitarios heridos, y explicaron la ubicación de Briganti ese 14 de mayo. Ya sin el imputado, los detectives recrearon la ejecución y trayectoria del balazo, la ubicación de las víctimas y el espacio donde quedaron tendidos. Tras dos horas y media de pesquisas finalizó la diligencia.
La fiscal Mónica Arancibia se mostró conforme con el resultado. Señaló que se pudo determinar la dinámica del disparo, a través del relato de los testigos y pericias policiales. Dijo que el impacto dio primero en Exequiel Borvarán que estaba delante de Diego Guzmán, a dos metros de distancia. "La idea de esta reconstitución era plasmar con filmaciones y fotografías la ubicación de las víctimas al momento del disparo y dónde quedaron luego del disparo".
Manifestó que en la versión entregada ayer por el imputado, sostiene que hizo fuego desde el interior de la casa y hacia arriba. Una segunda visión la entregó el tío de Briganti, que asegura el tiro fue con la mano en la puerta y asomada hacia la calle. Los otros testigos -no familiares del inculpado- coincidieron en que el disparo se hizo en un ángulo de 90 grados, en forma directa al grupo de personas y no al aire.
El jefe de la BH, subprefecto José Ortiz, declaró que de acuerdo a la dinámica establecida, el imputado atacó a las víctimas cuando estaban alineadas en un par de metros entre sí, y a una distancia de entre 18 y 19 metros. Destacó que un video recogido en el sitio del suceso fue crucial para establecer la crimodinámica de los hechos.
José Briganti, padre del imputado, siguió desde su hogar los pormenores de la reconstitución. A su término no quedó conforme y reforzó la tesis de su hijo. "Disparó al aire Giuseppe. Por último hubo un rebote, pero eso tiene que aclararlo la PDI", manifestó el hombre que admitió estaba preocupado que su retoño fuera agredido por estudiantes durante el procedimiento. Alicia Farías, madre del fallecido Diego Guzmán asistió a la reconstitución. No cree en la tesis del imputado que gatilló al aire. "Estamos mal como familia, no hay consuelo, he bajado más de diez kilos y aún no lo puedo superar. Mientras no se aclare esto no quedaré tranquila". Otra que concurrió fue Graciela Salinas, tía de Exequiel. Informó que el abuelo del estudiante falleció esta semana abrumado por la pena del aciago destino de su nieto. "La familia está destruida. Dios quiera todo se pueda aclarar y haya justicia", remarcó. J