Un intensa búsqueda realiza la Brigada de Homicidios de Valparaíso para ubicar al responsable de un femicidio en cerro Los Placeres.

Ayer pasadas las 11.00 horas, la tranquilidad de la calle San Guillermo con Almirante Latorre se quebró de manera dramática. Una mujer salió desde una vivienda a la calle gritando en forma desesperada por ayuda para su hija. Cuando regresó al inmueble, la descubrió moribunda en un charco de sangre en el living comedor. "Era impresionante. Ni en una película de terror uno ve algo así", dijo una vecina que en pijama ingresó al lugar a prestar auxilio.

La víctima era Camila Peralta Tank, de 23 años, madre de una pequeña de tres años y medio. "La niña estaba escondida al lado de una cama, la tapé con una toalla y la saqué cubierta para que no viera a su madre. Mi hija se sacó una polera y le presionó las heridas en el cuello y la espalda porque se estaba ahogando con su sangre", comenta la misma vecina. "Vi a la pura niñita que decía ¡mi papá fue!, ¡mi papá fue!", añade otro testigo de la perturbadora escena.

La joven, que en su Facebook señalaba ser modelo y promotora, además de estudiante de Técnico en Enfermería del Duoc UC, fue auxiliada por paramédicos del Samu que la reanimaron y la trasladaron raudamente hasta la Unidad de Emergencia Adulto del Van Buren, donde a los pocos minutos falleció por la anemia aguda ocasionada por la abundante pérdida de sangre.

Carabineros de la Tercera Comisaría Norte acudió al procedimiento a prestar auxilio a la víctima y realizar las primeras diligencias. El fiscal de turno, Samuel Núñez, dispuso que la Brigada de Homicidios y el Laboratorio de Criminalística periciaran el sitio del suceso. El jefe de la BH, subprefecto José Ortiz, comentó que la víctima recibió más de una veintena de heridas -al menos 25- cortopunzo penetrantes en la zona cervical (cuello) y torácica posterior (espalda). Trascendió que esa cifra podría aumentar, tras el examen tanatológico en la autopsia del Servicio Médico Legal.

ataque planificado

Los empadronamientos de testigos señalan que el imputado del atroz delito es la ex pareja de la occisa, identificado como K.F.W.R., de 21 años. El ataque habría sido planificado, ya que esperó a que temprano se ausentara la madre y un hermano de su ex, para llegar a la vivienda y atacarla frente a la hija en común. Fue tal la violencia empleada por el agresor, que el cuchillo de mesa usado para el crimen se fracturó en dos. La PDI lo retiró como evidencia junto con un alicate, que también pudo ser usado para ocasionarle las lesiones mortales. Testigos lo vieron salir de la casa manchado con sangre y en el exterior tranquilamente fumó un cigarro, para después alejarse caminando y abordar un colectivo con rumbo desconocido.

Respecto del móvil de la irracional acción, se supo que la tesis principal apuntan a celos del tipo, que no se conformaba con el fin de la relación sentimental y a que su ex pudiera rehacer su vida con otro. "La mamá de Camila me contó que el único que podía ser el agresor era el ex pololo y padre de su hija, que era un loco que al que le tenía puesta una demanda y que ella había retirado hace un tiempo", declaró a la prensa una vecina.

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