A eso de las 16.00 horas, se activó una alerta en calle Hontaneda, la cual en principio correspondía a escape de gas. Sin embargo, con el pasar de los minutos, la emergencia derivó en una de caracter químico, que finalmente fue resuelta en más de tres horas.
Bomberos de cuatro compañías porteñas y especialmente el equipo dedicado a procedimientos químicos, ingresó a la bodega de residuos del hospital Van Buren, donde se produjo una reacción química, provocada por la unión de ácido clorhídrico y amoniaco.
Pese a la gran alerta que se originó en el sector de calle Hontaneda con Uruguay, se determinó evacuar sólo la primera arteria, mientras los pacientes de la posta infantil, ubicada a un costado de la bodega de residuos, no sufrieron desalojo ni consecuenciaspor este derrame.
Por tratarse de material no rotulado y altamente peligroso, el actuar de Bomberos tardó casi tres horas, pues era necesario asegurarse la naturaleza de los líquidos y su posible toxicidad.
"Se generó una emanación de gases de origen desconocido en la bodega de residuos peligrosos del hospital Carlos Van Buren, por tanto se activaron los protocolos preventivos de emergencia, como cercar el perímetro. Tras el accionar de Bomberos, se ha avanzado en manifestar que el derrame no ha sido de cuidado, encontrando algo de amoniaco y ácido clorhídrico, cuya mezcla, al haber sido compactada, generó un vapor que podría haber generado problemas, si era en mayor concentración", explicó Hans Acosta, encargado de comunicaciones del Hospital Van Buren.
Con más de dos de trabajo, personal bomberil aisló los envases y los entregó a personal específico del hospital. Las botellas que causaron la emergencia habrían sido extraídas por personal de aseo desde otra bodega de la parte alta del recinto. J