Me extraña que la supuesta ley corta anti delincuencia, esté quedando tan disminuida y que parlamentarios de uno u otro sector persistan en quitar facultades a las policías y con ello reforzar la acción de la delincuencia y que con su actuar ha demostrado ser transversal y que no hace distinción entre víctimas.

Sabido es que elevar las penas no es sinónimo de disminución de delincuencia, pero es irrisorio que por delitos graves se les deje en libertad por instrucciones de fiscales y si no es así, dejados en libertad por tribunales y sometidos a cautelares prácticamente incumplibles e incontrolables.

Por otra parte, detectives y carabineros hacen una gran labor, la evaluación ciudadana así lo demuestra, nota superior a cinco y en contraposición a ello, jueces y fiscales con nota tres , asimismo causa desánimo y desmotivación a policías y víctimas que los delincuentes recuperen su libertad tan rápidamente y que la voz de los delincuentes tenga más valor que la voz de los policías.

La verdad, es que hoy la delincuencia es un problema casi incontrolable y creer que su control es labor sólo de detectives y carabineros es un grave error, se requiere apoyo ciudadano reflejado en el autocuidado y en la solidaridad, pero aparte de ello leyes que los respalden y autoridades que estén conscientes de que la delincuencia es un gran problema y que no va en descenso, al contrario en aumento y con participación mayoritaria de delincuentes infante y juveniles, los primeros seguros de que son inimputables y los segundos sabedores de que las leyes le favorecen.

Saluda atentamente,

Alberto Contreras Silva