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La Piedra Feliz celebró 21 años en el Puerto

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Querían un nombre que se identificara claramente con Valparaíso. Fue así que surgió la idea de La Piedra Feliz, en referencia a aquel trágico sector rocoso de la zona sur de la ciudad y desde donde tantas personas se lanzaron buscando la muerte. A los socios Álvaro Muñoz y Lucas Machuca les gustó la ironía de la frase. Era justo lo buscaban.

Así el 16 de septiembre de 1994 nació este bar que de inmediato empezó captar a los bohemios locales -que nunca faltan- y a atraer a turistas de todo el mundo. Pero no se quedó sólo en la venta de tragos, pronto tendrían una importante cartelera de grupos en vivo, clases de salsa y tango, entre otras actividades.

Anoche era la gran celebración denominada "21 cañonazos" donde el invitado estrella era el comediante Rodrigo, "Guatón", salinas y donde se esperaba la participación de "rostros" locales como autoridades, artistas y políticos locales.

"Es muy importante cumplir 21 años. En todo este tiempo hemos hecho un esfuerzo serio por brindar un buen servicio, por darle alegría a la gente que nos visita. También es importante la relación que hemos generado con los artistas, músicos principalmente, pero sin dejar de lado los poetas, los pintores y los escultores", señala Álvaro Muñoz, uno de los socios fundadores.

Sus creadores destacan además que lo que partió como un lugar de esparcimiento de a poco se fue transformando en un proyecto mucho mayor: terminaron recuperando prácticamente completo el centenerario edificio La Spezia (sólo les falta el tercero), que se vio bastante afectado con el pasado terremoto.

Los últimos dos pisos son ocupados por el restorán Zamba & Canuta -que tiene una vista panorámica de la bahía-, en el tercero está la administración y tal vez más adelante un espacio de coworking o una residencia para aristas; en el segundo hay un multiespacio donde funciona un restorán, una sala de exposiciones y una tienda; en el primero está La Piedra Feliz con sus tres salones y en el subterráneo funciona La Sala, espacio de corte más universitario.

Según Álvaro Muñoz si bien han habido momentos difíciles -tomando en cuenta la voluble economía local y las tragedias que han azotado a la ciudad en estos años- han logrado mantenerse y tener un lugar privilegiado en la ciudad, sumándose a la tradición bohemia de otros locales que llegaron primero como El Bar Inglés o el Cinzano.

Alguna vez les ofrecieron crear franquicias, pero los socios se opusieron, porque La Piedra Feliz es de Valparaíso. J

Hostería Aire Puro

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Salir de la ciudad siempre es una buena opción para poder despejarse, sobre todo cuando se puede disfrutar en familia de un largo paseo con todo incluido. Si bien el concepto de todo incluido es mal utilizado, hay un sector de la región en el que existen varias alternativas de restoranes con áreas verdes, de descanso, piscinas y juegos infantiles que logran bien el propósito de la desconexión.

Así es como la Hostería Aire Puro ofrece sus servicios de hotelería familiar, restorán y áreas de recreación. Este lugar presenta todo lo necesario para disfrutar el fin de semana. Una agradable presentación, aunque algo moderna, entendiendo que existe la concepción que las estancias son algo más campestres, y con todos los servicios que se necesitan.

El restorán cuenta con una oferta amplia, donde destacan las carnes a la parrilla y algunas preparaciones nacionales tradicionales que se agradecen en preparación y tamaño, acompañado del libre uso de la piscina, que a pesar de no ser demasiado grande es lo suficientemente cómoda.

En lo gastronómico, elegimos precisamente lo más tradicional, empanadas, aunque iban algunas de queso incluídas, que estaban bastante sabrosas, un pastel de choclo, que lograba satisfacer la oferta, buen pino, quizás le faltó un poquito de "enjundia", pero de buen sabor; la pastelera bien lograda, aunque hoy siempre existe el fantasma de la opción congelada, nos sentimos satisfechos con el resultado.

Luego parrilla, quizás el plato típico familiar, completa con interiores, productos de muy buena factura, la carne en el punto que fue pedido, notoriamente lomo, chuletas de cerdo muy bien cocidas, jugosas, longaniza, prietas, papas y todo lo necesario. Acompañada con ensaladas surtidas que se notaban frescas que acompañaban de buena manera.

Todo notable, en experiencia y degustación, incluso la música ambiente. La música en vivo nunca es buena compañía con alto volumen y una interpretación emotiva, pero quizás sacada de otra ocasión.