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Ex técnico de Everton sigue complicado con los temblores

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No ha sido fácil -para el plantel y cuerpo técnico de Coquimbo Unido, el próximo rival de Everton en el fútbol de ascenso- retomar sus actividades normales, luego del terremoto y posterior tsunami que afectó la semana pasada al Norte Chico.

El daño ocasionado en el Puerto Pirata es evidente y testigo de todo aquello ha sido el actual entrenador de los coquimbanos y ex técnico de Everton, Víctor Hugo Castañeda.

Con su gentileza habitual, el ex volante de Palestino y la Universidad de Chile narró como vivió la noche del "16S" en la IV Región.

"Fue muy fuerte y la gran mayoría de los jugadores, todavía están muy asustados... sobretodo los extranjeros. Y no tan sólo los jugadores, sino que también las familias y principalmente sus mujeres, que están muy afectadas. Casi todos vivían ahí en la playa de La Herradura, en donde no fue mucho lo del tsunami, pero hay algunos que vivían en el piso 20 de un departamento y la verdad que se mueve todo. Un par de departamentos que arrendaban quedaron inutilizados y la única que tuvo un problema mayor fue la señora o novia de Gonzalo Menéndez, que le cayó una especie de revestimiento en la cabeza y le pusieron 6 puntos. Después los jugadores en la noche se fueron a la casa de Diego Carrasco, que el vive en una parte que se llama Punta Mira y ahí se juntaron casi 45 personas, ya que fueron todos los jugadores, con sus señoras e hijos. Pasaron ahí la noche y después ya varios están tratando de buscar departamentos o casas, ya que no quieren volver tan cerca de la costa. La señora de Angel Rojas, por ejemplo, que está embarazada, vive en un noveno piso y no funcionan los ascensores... ha sido complicado".

-Estaba en mi casa, en El Serena Golf. Esto queda a la salida norte de La Serena y acá no pasó nada ni con el terremoto, ni con el tsunami. Al otro día del terremoto teníamos entrenamiento, lo suspendimos e hicimos un catastro de los jugadores pare ver como estaban y todavía estamos en eso, tratando de conseguirles casas, ya que las mujeres de los jugadores están muy nerviosas y eso no le da tranquilidad a los muchachos.

PUERTO DEVASTADO

-La situación es realmente dramática. Uno no se lo imagina, pero al verlo ahí, es distinto. Uno al ver las noticias se hace una imagen del tema, pero estando allá es devastador... desolador como quedó el barrio Baquedano. Y los jugadores fueron a compartir un poco con la gente, preparamos unos choripanes para los damnificados, para los que estaban ayudando, para los conscriptos que estaban ahí... para todo el mundo. Hicimos como 300 y los repartimos entre todos para tratar de solidarizar un poquito con lo que está viviendo la ciudad que como te dije, en ese sector es devastador.

-Nos han cambiado los planes, pero hay que asumirlo. De momento jugamos el sábado y tenemos que tratar de dar vuelta la página, conversando mucho con los jugadores... la vida continua y no es más lo que le puedo decir. J