El pasado jueves 16 de septiembre, Mónica Adasme Calderón, 26 años, madre de un niño de 6 años y una bebé de 6 meses, oriunda del cerro Mariposa, se empezó a sentir mal. Sentía que su cuerpo no le respondía, decía sentirse mareada, tenía un malestar general. De inmediato, su familia la llevó hasta urgencias del hospital Carlos van Buren donde tras la revisión del médico fue enviada de vuelta a su casa con un diagnóstico de estrés y depresión. Pero los malestares aumentaron, Mónica apenas respiraba, así que el mismo día llamaron a la ambulancia.
Según Natalia Adasme, hermana de la paciente, el paramédico y las auxiliares que lo acompañaban la revisaron someramente y dijeron que la joven estaba inventando. "El paramédico llegó con la máquina de reanimación descargada y las mujeres decían que mi hermana estaba actuando, que quería llamar la atención y que tenía depresión post parto, ¡cómo dicen eso, si mi hermana realmente estaba mal!". La dejaron en su casa.
Ya en la noche y tras la alerta de tsunami, fueron al Consultorio Mena del cerro Cárcel a pedir una ambulancia -Mónica estaba cada vez peor-, pero les dijeron que debían llevarla hasta el lugar por sus propios medios. Lo hicieron y le diagnosticaron fiebre y le recetaron analgésicos. A la mañana siguiente Mónica tuvo dos paros cardiorespiratorios e ingresó a la UCI con una encefalopatía hipóxico isquémica, producto del segundo paro. Y a las 15.30 horas de ayer falleció, luego de 7 días en estado crítico y conectada al ventilador mecánico.
El director del hospital Carlos van Buren, doctor Juan Patricio Castro, explicó que Mónica Adasme sufrió una tubulopatía renal (grave daño a los riñones) que alteró su metabolismo y le generó la debilidad muscular progresiva que manifestó antes de caer en coma y se expresó en dos paros cardiorespiratorios.
"Ella fue vista en el centro de urgencias por un neurocirujano, quien no encontró ninguna focalidad neurológica, por lo que se devolvió a su domicilio con seguimiento de acuerdo a su evolución", destacó Castro.
El facultativo además señaló que en los exámenes de laboratorio se detectó una deficiencia de potasio, electrolito que es vital, y no se sabe la causa de aquello. Dijo que eso se produce por ingesta de drogas o fármacos, lo que fue descartado por la familia.
negligencia médica
La familia Adasme-Calderón está convencida de que en el caso de Mónica hubo negligencia médica. "Podrían haberla dejado en observación la primera vez, pero no lo hicieron", acusa su hermana Natalia.
Desde que llegó al Van Buren, afuera en la calle se instaló una gran cantidad de familiares (entre ellos su padre, mamá y marido), para acompañar a la joven y al mismo tiempo denunciar lo ocurrido. Montaron un campamento y en unos carteles "funaron" al paramédico que según ellos se negó a llevarla al hospital.
Juan Patricio Castro explicó ayer que hasta el martes Mónica se encontraba en riesgo vital y "durante la noche presentó ausencia de reflejos de tronco, que son los signos clínicos de muerte cerebral y en la mañana se le hizo un examen que demostró que no había flujo cerebral". La familia ya denunció este hecho en la Fiscalía de Valparaíso y no descartan presentar además una querella. J