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Depra hizo rito sexual en la casa que entró a robar

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Antiguamente era habitual que delincuentes que entraban a robar una casa defecaban u orinaban las dependencias antes de irse. Ahora un solitario antisocial efectuó un extraño rito de tipo sexual en la casa en que cometió un delito.

El suceso se registró la tarde del lunes en una vivienda de calle 18 Norte, en el barrio de Santa Inés.

De acuerdo al relato de la víctima F.J.G.A., eran alrededor de las 14.00 horas y tocaron a la puerta del domicilio. Al entre abrirla un desconocido la empujó en forma violenta e irrumpió al living comedor.

El afectado lo describió como alto, delgado, tez morena, pelo corto, el que portaba un arma de fuego corta del tipo pistola, con la que lo intimidó y exigió la entrega de dinero o joyas.

El afectado F.J.G. negó que tuviera plata y especies de valor, por lo que el antisocial optó por amarrarlo y dejarlo encerrado en uno de los dormitorios.

Pasada unas horas y al verificar que el delincuente se había retirado, la víctima pudo levantarse y pedirle ayuda a los vecinos, que entraron para auxiliarlo, quitándole las ataduras.

Llamaron a Carabineros de la subcomisaría Gómez Carreño que se constituyeron en la propiedad. El afectado del ilícito contó a los policías que antes de escapar el ladrón se había masturbado en una de las habitaciones.

Los uniformados contaron el hecho al fiscal de turno, Gonzalo Inostroza, quien dispuso la concurrencia a la vivienda del Labocar de Valparaíso y la SIP de la Quinta Comisaría viñamarina. Desde las sábanas de una cama los peritos del Labocar extrajeron dos muestras de semen, mientras que la SIP empadronó a testigos y exhibió a la víctima y un vecino un kardex fotográfico con sospechosos, donde reconocieron al responsable del delito, pero finalmente no se consiguió que el Ministerio Público gestionara una orden de entrada y registro a su residencia.

De acuerdo a antecedentes entregados por testigos, el autor del ilícito habría escapado del inmueble junto a una mujer a bordo de una camioneta. J

Brutal asalto en cerro San Juan de Dios a una madre y su hijo discapacitado

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Una pesadilla vivieron una madre y su hijo, ambos discapacitados, a manos de un solitario antisocial que los amenazó y agredió en su residencia durante un asalto.

Ana Fuenzalida, de 78 años, y su hijo Héctor de 59, residen en la calle Aquiles Ramírez del cerro San Juan de Dios. En el caso de ella sufre de artrosis generalizada, por lo que debe movilizarse apoyada en bastones ortopédicos. El caso de su vástago es más grave, porque presenta un 90% de discapacidad intelectual y física. Cuando era bebé sufrió una parálisis cerebral originada en una septicemia umbilical.

INTIMIDADOS

Sobre el delito que los afectó, ella recuerda que pasadas las 21.00 horas del lunes tomaban once en el comedor cuando notó la presencia de una figura varonil en la cocina. Pensóque era su yerno, pero luego vio que era un veinteañero vestido completamente de negro, con guantes de lana y su rostro oculto por un pasamontañas. La señora lo increpó y el tipo se le fue encima, botó cosas de la mesa, y le exigió que se callara; la tomó fuertemente del cuello y le colocó una pistola en la cabeza. No contento con esto lanzó al piso a su hijo que se desplaza ayudado por un soporte conocido como "burrito". El discapacitado se golpeó fuertemente en la cabeza. "¡Mi hijo no, desgraciado!... es minusválido y le vas a fracturar su cadera", le recriminó Ana al defender a "Titito" como le llama de cariño. Tras un intenso forcejeo, la anciana fue literalmente arrastrada por el antisocial hasta la escala que lleva a las habitaciones. Él le exigía que caminara para que le entregara las supuestas joyas que guardaba. La víctima le respondió con firmeza que no podía andar sin sus bastones, y le ofreció un anillo que portaba. Pero el tipo optó finalmente por regresar al comedor, donde Ana mantenía en la mesa su billetera con unos 130 mil pesos en efectivo, parte de su jubilación y una pensión que le dejó su difunto marido. El ladrón escapó al patio por donde mismo ingresó.

Cuando madre e hijo pudieron levantarse dieron cuenta a los vecinos y a Carabineros de la Octava Comisaría Florida. Las víctimas fueron llevadas al consultorio Mena a constatar lesiones. Ella tuvo quemaduras en su pierna por el arrastre y necesitará de curaciones. El sufrió una contusión leve en su cráneo. J