Carlos Hermosilla, el gran maestro del grabado
Para mostrar el extenso y diverso trabajo del artista porteño Carlos Hermosilla, faltarían exposiciones: si alguien se dedicara a contar cada una de las piezas que dejó podría llegar a diez mil. Y su vida y obra serviría para escribir muchos más libros de los que ya existen, porque historias para contar de él hay muchas.
Por ejemplo que fue monaguillo de la iglesia La Matriz o que tradujo al español la obra del poeta estadounidense Walt Whitman. Y que siendo adolescente enfermó de polio gravemente y debieron amputarle un brazo y una pierna. O que cuando había escasez de papel imprimía sus trabajos en el reverso de los afiches realizados en couché.
A 110 diez años de su natalicio (nació el 18 de octubre de 1905 en el cerro Alegre) distintas instituciones se unen para celebrar su obra y rendir homenaje a quien es considerado un maestro de maestros. O como dice su colega Víctor Maturana: "él representa la raíz del grabado".
Hermosilla, hijo de un imprentero, aprendió siendo muy joven dicha técnica y gracias a ella comenzó a realizar ilustraciones de libros y hasta ideó un sistema para abaratar los costos de impresión.
Aunque su primer premio lo recibió a los 20 años por una pintura, fue su obra en grabado la que lo dio a conocer. Estudió en la Escuela de Artes y Oficios de Santiago, dirigió las Escuelas de Bellas Artes de Viña del Mar y Valparaíso, escribió varios libros de poemas y fue militante del Partido Comunista, aunque quienes lo conocieron dicen que siempre estuvo lejos de ser un "compañero" disciplinado, lo suyo iba por el compromiso social, entonces no participaba de reuniones políticas. A pesar de eso, en 1972 el presidente Salvador Allende lo declara "el artista del pueblo".
El ex alcalde porteño Sergio Vuskovic lo declaró Hijo Ilustre de Valparaíso y Hernán Pinto le dio el título de Ciudadano Distinguido, luego que Hermosilla donara su biblioteca y grabados a la Escuela de Bellas Artes de la municipalidad porteña.
Para celebrar su legado, en Valparaíso se constituyó un comité que está coordinando la mayoría de las actividades y que está conformado por María Teresa Devia, directora del Fondo de las Artes de la Upla; Sandra Santander, curadora de la Pinacoteca Concepción; Marcela Küpfer, directora del diario La Estrella; Jorge Martínez y el crítico de arte Carlos Lastarria.
Entre las actividades se cuentan una serie de charlas dedicadas a su obra las que se realizarán en el Museo de Bellas Artes Palacio Baburizza y una muestra que se prepara en la galería Bahía Utópica del cerro Alegre. El nuevo centro cultural Casa Plan (avenida Brasil 1491) también se quiso sumar y prepara una muestra con grabadores contemporáneos a Hermosilla.
En Concepción, la Pinacoteca realizará una exposición colectiva con obras del propio "artista del pueblo", además de José Venturelli y Julio Escámez. Y el Fondo de las Artes de la Upla, en conjunto con el comité, quiere realizar un documental. Y al finalizar todas las actividades conmemorativas esperan editar una memoria.
el "lado b"
Entre las distintas actividades también se cuenta la exposición "Hermosilla: Aceleración", organizada por el Fondo de las Artes de la Universidad de Playa Ancha, casa de estudios a la cual el artista donó una cantidad impresionante de piezas: 8 mil entre grabados, pinturas, dibujos y documentos varios que dan cuenta del desarrollo del arte en la zona.
Dicha muestra se puede visitar en la sala Puntángeles (O'Higgins 1270) y exhibe sólo 23 obras de la gran colección, pero sin duda son de un inmenso valor, porque representan el denominado "lado B" de Hermosilla, quien siempre fue más reconocido por su trabajo figurativo y comprometido con lo social. En el imaginario colectivo están sus grabados dedicados a los estibadores, la ropa tendida y los rostros de la pobreza o de figuras emblemáticas como Lenin, Marx y Jesús, de un carácter más universal.
Luego de eso vino otra etapa y es la que más atrae al también grabador Jorge Martínez, conservador del Fondo de las Artes de la Upla y que se puede observar precisamente en "Hermosilla: Aceleración". "Él incursiona en un incipiente arte abstracto, que tiene mucho que ver con el Futurismo italiano, con la estética de los cuerpos en movimiento, con las máquinas, los aviones, motores, seguramente después de haber visto a Carrá o Marinetti".
Martínez advierte que es interesante cómo Hermosilla desarrolla una obra paralela a su proceso figurativo, pero sin olvidar sus personajes más característicos, como las caras de pueblo, la serie de las banderas o los mineros. "Es un artista que sin abandonar sus raíces culturales y sociales y su vinculación con el arte popular, mantiene un importante nexo con las vanguardias y con el arte abstracto de la época", advierte.
Ese "lado B" le valió incluso las críticas de los artistas más comprometidos con el Comunismo. Jorge Martínez comenta que "muchos cuestionan o problematizan su exploración abstracta, porque consideran que el arte a nivel popular, para estar más cerca de las personas tiene que ser un arte más figurativo".
Esta faceta de Hermosilla todavía sigue medio oculta. Víctor Maturana, del Centro del Grabado de Vaparaíso, reconoce que se llevó una sorpresa cuando la conoció. "Por su color político publicitariamente siempre mostraron sus imágenes un poco más panfletarias, por lo tanto, históricamente, lo que yo conocía tiene que ver con los poetas, la pobreza, las casas de Valparaíso. Pero también están estas obras abstractas donde hay más experimentación".
artista incansable
Carlos Lastarria, curador de la colección del Palacio Baburizza, conoció a Hermosilla en la Escuela de Bellas Artes de Viña del Mar e incluso escribió un libro sobre su obra. "Él era un artista con muchas limitaciones físicas, pero tenía una tremenda capacidad de hacer cosas. Todos los días trabajaba y producía sus obras, trabajaba fundamentalmente la xilografía, que es el grabado en madera, pero también ocupó piedras y metales".
Según Lastarria, era un gran maestro, enseñaba las técnicas del grabado a sus alumnos y era extremadamente riguroso, muy constante y le preocupaba que sus discípulos manejaran a la perfección el oficio. "Quería que fueran rigurosos en el tratamiento técnico".
Sobre este punto, Víctor Maturana comentó que si bien Hermosilla fue un gran maestro, también tenía fama de cascarrabias. Le gustaba que se hicieran las cosas como él decía. Tanto marcó que incluso hoy en día todavía hay quienes siguen al pie de la letra su sistema. Mientras otros se han atrevido a experimentar.
"Dentro del mundo creativo -explica Maturana- los referentes son para desarmarlos, desde ese referente empiezas a evolucionar después. Tú te sostienes como raíz en un patrimonio para poder hacer tu presente y tu futuro, por lo tanto esa raíz para nosotros es Carlos Hermosilla. Eso significa que a partir de ahí tú haces tu propio desarrollo, no replicando lo mismo, pero es tu punto de partida".
arte para todos
Otra característica de este porteño, es que era muy generoso, siempre regalaba sus trabajos, pocas veces vendía. "Le regaló colecciones a la biblioteca Severín, a la municipalidad de Valparaíso y a la de Viña. Por eso también cuando falleció donaron su archivo completo a la Universidad de Playa Ancha", destaca Lastarria.
Y continúa: "Era un tipo que no derrochaba, vivió toda su vida en una pequeña casa en Forestal (en calle Campaña) y después cuando salió de la Escuela de Bellas Artes se quedó sin prensa, entonces siguió imprimiendo a mano".
Para Hermosilla el grabado era el arte más democrático, entonces siempre hacía la mayor cantidad de reproducciones. Incluso poco antes de su muerte, comenzó a fotocopiar sus trabajos, los firmaba y luego los regalaba.
Christian Carrillo, curador de la sala Carlos Hermosilla -que hasta el terremoto funcionó en el Palacio Vergara y hoy pide prestados otros espacios- cuenta que para celebrar estos 110 años realizaron una convocatoria para hacer grabados en vivo. La idea es que luego los artistas fotocopien y regalen esas creaciones, como una manera de homenajear al maestro.
Mientras que la Dirección de Cultura de la municipalidad porteña organizó la Bienal de Grabado Carlos Hermosilla, con una convocatoria internacional. David Contreras, encargado del certamen contó que hay interés de participar incluso de Polonia.
"La idea es rescatar su legado como profesor, como maestro, como artista; las distintas áreas que él desarrolló", destacó Contreras.J