Nuevamente el hospital Dr. Eduardo Pereira de San Roque fue escenario de un caso de maltrato animal.
A mediados de agosto pasado los funcionarios y usuarios del recinto asistencial quedaron en shock, luego que en uno de los estacionamientos fuera encontrado el cadáver de Rocky, una mascota de 14 años que fue criado por los mismos trabajadores. Su cuerpo presentaba una docena de heridas cortopunzantes.
Otro ejemplar de la manada, llamada Chocolatina, recibió cuatro puñaladas y sobrevivió. En la oportunidad se hicieron las denuncias respectivas a la Fiscalía y la PDI.
NUEVO CASO
A casi dos meses del hecho, ayer los trabajadores del hospital nuevamente fueron conmocionados con una noticia similar. "Pablo", miembro de la misma camada de Rocky y Chocolatina, apareció a primera hora de la mañana tendido en un charco de sangre, en el sector conocido como La Casona. "Se le brindaron primeros auxilios como la aplicación de suero y apósitos en las heridas para evitar un desangramiento. Lo mantuvimos abrigado hasta gestionar su traslado a una clínica veterinaria", explicó Karina Álamos, administrativa del hospital y presidenta de la agrupación animalista Puerto Mascotas.
Le contabilizaron una seis lesiones cortopunzantes en el vientre, pero se estima que la cifra podría ser mayor. Dice que "Pablo" se caracteriza por su mal carácter, por lo que Karina estima pudo ser drogado antes de ser acuchillado. Antes que el ejemplar recibiera atención veterinaria, al recinto asistencial acudió personal de la PDI a investigar la denuncia y tomar fotografías. El can fue operado ayer por la seriedad de sus lesiones en una clínica veterinaria de Playa Ancha y su estado era complicado.
Karina Álamos se muestra contrariada por esta situación que claramente no es un hecho aislado, tomando en cuenta que ya dos canes fueron apuñalados con el mismo modus operandi. "Es algo extraño lo que está pasando y coincide mucho con los cortes que recibió el perro y el horario. Es muy similar a lo ocurrido en agosto y claramente debe ser la misma persona. Es un sicópata de animales, una mente desquiciada. ¿Se va a esperar que ataque a humanos para actuar?", se pregunta Karina.
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Guillermo Aristides, director del hospital Dr. Eduardo Pereira, dijo estar al tanto de lo ocurrido, y expresó que se han tomado medidas de seguridad para funcionarios, pacientes y sus familiares, como cierres de los perímetros, pero no es posible aún cercar completamente los deslindes. "No creo que sea alguien relacionado con el hospital, un funcionario. Debe ser un merodeador". El doctor negó que exista un compromiso para mejorar la luminosidad del recinto.