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Un millón a quien diga dónde están las pelucas

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Sospechoso por decirlo de un modo es el robo que afectó al conocido empresario viñamarino Marcello Avatte, quien el martes se encontró con la desagradable sorpresa de que desconocidos aparentemente muy bien dateados, ingresaron y sustrajeron desde su local entre mil 400 y mil 600 piezas entre pelucas, prótesis, postizos, extensiones, barbas y bigotes, algunas sintéticas, pero gran parte confeccionadas con pelo natural.

Sospechoso porque no se llevaron lo habitual: secadores, planchas de pelo, tijeras y artículos fáciles de reducir en el mercado informal, sino que especies exclusivas para clientes particulares.

Gran parte de la mercadería la había traído recientemente de su último viaje a Estados Unidos del que regresó recién el viernes pasado, y correspondían a encargos de clientes.

ALTO COSTO

Entre las cosas finas que fueron robadas figuran algunas prótesis capilares que están confeccionadas pelo por pelo y cuyo costo va entre los 480 mil y los 680 mil pesos. "De este tipo de prótesis había como 600, la más barata costaba 380 mil pesos... Por eso esto es una brutalidad, por eso pensamos que esto es un dato, es muy obvio, pero no puedo decir nada", explicó Avatte.

El conocido empresario aseguró que "trabaja en los dos ámbitos" - algo así como con los buenos y con los malos - en alusión a los policías y a los delincuentes.

"Todos llegan a mí por algún producto con motivo de infiltramiento por nacrotráfico etc. Las dos partes ya están advertidas del robo, yo ofrecí una recompensa de un millón de pesos para que me digan dónde están", manifestó Avatte, quien insiste en que si se hubiera tratado de delincuentes comunes se habrían llevado otros artículos y no las pelucas.

"Este es un robo o mandado a hacer por alguien de mi rubro y lo otro podría ser de algún grupo para delinquir", añadió el empresario.

PELUCAS

Una peluca de pelo natural cuesta uno 680 mil pesos y es confeccionada a mano por Patricia Brito quien desde el año 1989, se dedica a este meticuloso trabajo artesanal.

Lo que más lamenta Marcello es que entre las piezas sustraídas se encontraban 25 de las 50 pelucas para niños que se había comprometido a donar para niños con cáncer de los hospitales Fricke y Van Buren (25 para cada centro). J