No dejó de llamar la atención que fuera el mismo director del Servicio de Salud Viña del Mar-Quillota quien advirtiera ayer sobre la férrea oposición, que incluso él compartiría, a la demolición del emblemático edificio del Hospital Gustavo Fricke, que dataría de 1954.
El doctor Francisco Acevedo comentó que no sólo el Colegio Médico Regional le manifestó reparos a que la segunda etapa del proyecto del nuevo hospital contemple la demolición del histórico edificio sino que también el Concejo Municipal de Viña, encabezado por la alcaldesa Virginia Reginato, quienes también le habrían planteado su rechazo a la pérdida patrimonial que esto implicaría.
"Me reuní con el colegio médico regional y hará hace un mes y medio con el Concejo Municipal de Viña del Mar. Nos hicieron presente su disconformidad y oposición a la realización de la segunda etapa del Fricke (...) La segunda etapa que fue diseñada el año 2007 contempla la destrucción de este hospital y eso, también concuerdo con la alcaldesa, me parece una pérdida de patrimonio increíble", comentó el directivo, quien destacó que él también se opondría como ciudadano.
Francisco Acevedo anticipó que el tema será objeto de polémica porque es una oposición férrea. "Esa es una lucha que va a venir (...) Esto no se contempló en el proyecto original", admitió Acevedo.
Juan Eurolo, presidente del Colegio Médico Regional, manifestó que la estructura del actual hospital no sólo es parte del patrimonio de Viña del Mar, sino que es un edificio que está en pleno funcionamiento y que incluso hay partes de la construcción que son relativamente nuevas, que no tienen más de 30 años.
"No vemos por qué tenga que desecharse. Además, hay que señalar que en la segunda etapa del Fricke no hay un aumento significativo de camas hospitalarias -que son una gran necesidad en la región-, por lo tanto nos parece un crimen demolerlo, cuando perfectamente se podría convertir en un hospital para enfermos crónicos, geriátricos o de baja complejidad. Hay un sinfín de usos hospitalarios que se le pueden dar en lugar de echarlo abajo", planteó Eurolo.
El dirigente admitió en todo caso que la decisión de demolerlo ya estaría tomada por parte del ministerio de Salud y que preservarlo como centro hospitalario significaría implementar nuevos cargos.
"Y eso indudablemente tiene un costo en lo económico, pero es un costo que sin duda es necesario", afirmó el directivo. J