El internet de Chile viene desde Las Torpederas
¿Sabía usted que el internet que usamos todos los chilenos depende en gran parte de la Playa Las Torpederas?
Por los subsuelos de la popular playa porteña, pasa un gran cable submarino de fibra óptica que es el responsable de que podamos postear en Facebook, ver películas online, revisar el correo electrónico o incluso leer este artículo, en caso de que lo haga a través de su computador o smartphone. En el cable se transmite el 60% del internet que se ocupa en Chile.
El cable, que fue instalado en el año 2000, llega desde Lurín, Perú; cruzando cerca de 3 mil kilómetros hasta la playa Las Torpederas. Según explica la empresa internacional Level 3, que fue la encargada de instalar el cable, se escogió Valparaíso por razones geográficas, ya que es el sector más conveniente y óptimo para que el cable cruce al otro lado de la cordillera, a Argentina. Las otras opciones eran Antofagasta y Temuco, pero la ciudad puerto estaba en la ubicación precisa para que el cable llegue de manera más directa al país vecino.
edificio secreto
El cable submarino pasa a un edificio donde se recibe toda la información digital, pero su ubicación es clasificada y sus coordenadas están en secreto por razones de seguridad ya que la información que se recibe puede resultar altamente peligrosa si cae en manos equivocadas pues a través de internet circula información de alta relevancia.
Los datos recibidos, según Level 3, son reenviados a una central en Santiago, cuya ubicación geográfica también es mantenida en secreto. Desde el centro de mandos de la capital, la información es redirigida a los operadores de internet que funcionan a nivel nacional. Desde allí circula a las casas.
cómo lo instalaron
El proceso de instalación, fue bastante complejo y requirió el despliegue de maquinaria especializada. Los kilómetros de cable fueron traídos en un barco cablero que los trajo enrollados en sus bodegas. El cable es bajado del barco en una moto de agua que lo transporta hasta la superficie y allí es entregado a una excavadora. Mientras ocurre eso el cable esta se mantiene con unos flotadores y una vez que ya llegó a tierra un buzo corta los flotadores para que el cable se valla al fondo del suelo marino. Luego, desde el barco baja un robot motorizado que recorre la ruta del cable y va cavando un surco bajo este para que quede enterrado a un metro de profundidad. Finalmente el buque abandona el lugar dejando caer el cable en la ruta planeada.
El cable está cubierto con protecciones de acero y cobre que lo protegen de posibles daños por tiburones y pesca por arrastre, pues si se llegara a cortar podría dejar sin internet a millones de personas antes de que se reconecten las vías. J