Por 32 votos favor y dos abstenciones, el Senado aprobó ayer la propuesta presidencial de designar como nuevo Fiscal Nacional para los próximos ocho años al abogado Jorge Abbott.
La unanimidad fue festejada por los ministros en la sala. "Infinitas gracias al Senado (...) Esto nos permite dar una tremenda señal de unidad al país en un tema tan sensible para el país, como es la seguridad ciudadana", dijo la titular de Justicia, Javiera Blanco.
En su presentación matinal en la comisión de Constitución del Senado, el abogado había respondido sobre varios aspectos controvertidos sobre su figura.
Entre ellos, Abbott advirtió que se inhabilitaría de involucrarse en las causas del grupo Penta, cuyo presidente, el ex canciller Alfredo Moreno, es su primo.
De hecho, dijo que apenas partió el caso como director ejecutivo del Ministerio Público le informó al Fiscal Nacional Sabas Chahuán su parentesco y no conoció datos de la causa.
Sobre investigaciones como los que han vinculado a los negocios con la política, aseguró que velará por la prudencia de los fiscales, que no se prejuzgue, que se indague tanto lo que puede perjudicar como favorecer a un sospechoso y defendió el valor de la presunción de inocencia.
Seguridad ciudadana
En lo que a delincuencia se refiere, prometió un cambio de paradigma en la persecución del delito apuntando principalmente a las bandas. "Son ellas las que están generando el aumento de la percepción de inseguridad", comentó.
Para eso dijo que promovería una investigación centrada en el análisis supraterritorial, global y no en el caso a caso. Ello, porque a su juicio el enfoque vigente ha provocado que "los delincuentes de las bandas prolíficas van derivando en las formas, zonas y tipos de delitos que cometen".
Para rebajar el 90% de delitos contra la propiedad con autor desconocido que terminan archivadas, planteó un mejor trabajo mejor con la comunidad, los testigos, las víctimas y las policías, aprovechando su experiencia.
Sobre la violencia en la Región de La Araucanía, planteó que el carácter rural y su condición topográfica le facilitaba a los delincuentes el escape y dificultaba obtener pruebas que comprobaran la flagrancia. "Tenemos una deuda en el trabajo en el sitio del suceso (...) y debemos mejorar la inteligencia", apuntó. J