Pizarro y Valenzuela le dicen adiós al Torneo de Apertura
Nadie como el porteño David Pizarro encarna hoy el drama del que vuelve a casa por todas, sea en su querido Wanderers o con la "Roja" de todos. Pero bastó un instante fatídico -en el minuto 26 del duelo del sábado frente a la "U"- para que el "Fantasista" terminara mordiendo el polvo de la desazón, primero en el Nacional y luego en el IST de Viña del Mar. Su parte médico fue desolador: fractura diafisiaria (huesos largos de las extremedidades) del segundo metatarsiano, producto de una torsión de su pie derecho. En síntesis, el dedo afectado se hinchará. Y mucho. Como si se tratase de una gota china en la frente, la tortura para Pizarro y los wanderinos será larga: cuatro a seis semanas de para. O sea, se pierde lo que queda de campeonato. Pero hay luz. Solo, y si solo los pupilos de Astorga levantan cabeza, quizás Pizarro jugaría una hipotética liguilla de post temporada. Los tiempos de recuperación serán clave. De momento, su tratamiento se aboca a lo ortopédico. De hecho, esta lesión no es operable.
Ayer domingo, tanto médicos de Sports como el doctor Franz Kosche de Santiago Wanderers, procedieron a los exámenes y chequeo de rigor y confirmaron las "malas" nuevas.
A esta altura, Emiliano Astorga, Jorge Sampaoli y algunos mecenas verdes, se deben estar tomando la cabeza. De rabia e incomprensión. Y es que es de no creer lo de David. Primero, una pausa médica producto de un microdesgarro en el isquiotibial del muslo derecho -luego de la Copa América- y ahora esto. Es más, no alcanzó a completar un mes en cancha. Jugó tres partidos completos y 33 minutos ante los azules. En total, 303 minutos.
terrible Fractura
Por si fuera poco, la épica caturra en el Nacional quedó ensombrecida por otra lesión. Kevin Valenzuela trabó un remate de "Pancho" Castro, a los 20 minutos. El resultado: fractura del tercio medio de su pierna derecha, una operación ad portas y seis meses de para, aproximadamente. J