Everton venció a Iberia, pero volvió a quedar en deuda en lo futbolístico
Gana, pero no convence. Esa es y ha sido la tónica de los tres últimos triunfos de Everton en condición de dueño de casa, primero ante San Felipe, luego ante Concepción y ayer frente a Iberia de Los Ángeles, en el "Elías Figueroa" de Valparaíso.
Puntos de oro, por cierto. Pero un gran dejo de inquietud entre los hinchas, los cuales, no reprobaron el accionar de sus dirigidos solo por el 3-1 final que, a decir verdad... asoma como caído del cielo.
Y es que en rigor, el cuadro angelino complicó en demasía a un errático y nervioso Everton que tras su desafortunado receso de 23 días, no ha vuelto a ser el mismo. Del equipo que le dio un toque -a ratos- a Rangers, Cobreloa, Temuco y en los primeros tiempos jugados en Maipú (ante Magallanes y Santiago Morning) ya no se ve mucho. Los errores, en todas las líneas, son evidentes, y las soluciones no son muchas. Ayer por ejemplo, Iberia tuvo claras oportunidades de gol -incluidos dos remates en los postes- y a decir verdad, no mereció irse con las manos vacías. Pero lo que más preocupa, la fragilidad en la zona defensiva, en donde el único que afirma la zaga es Felipe Salinas. Madrid, por su afán de apoyar a los de arriba, pierde la marca; Cisterna falló en las coberturas y Suárez no es prenda de garantía. Por lo demás, Carrasco y Saavedra no estuvieron certeros en la marca (se extrañó a Gabriel Díaz), lo que facilitó el accionar de volantes de buen pie como Echeverría, Alfredo Rojas e Isaías Peralta.
SITUACIones CLAVEs
Tras un primer tiempo en donde la visita se fue en ventaja -gol de Oscar Salinas a los 35'- se sucedieron dos acciones claves que facilitaron el repunte del local: Primero, el tempranero empate de Felipe Salinas, con un zurdazo bajo en el área (48') y luego la torpe expulsión de Peralta, por agresión a Saavedra a los 50'.
Tras el 1-1, Everton fue empuje, pero con poco fútbol. Pero de tanto bregar, en una de esas apareció Viotti y luego Concistre en los descuentos, quienes estructuraron un 3-1 sufrido y valedero para la sumatoria final. J