El romántico ecuatoriano que quiere conquistar Chile
"Siempre he dicho que uno no escoge a la música; pasa todo lo contrario, la música te escoge y tarde o temprano terminas entregándote". Es la declaración de Israel Brito que retrata su encuentro con la música. Sí, un encuentro que lo tiene hoy como el artista de mayor proyección en Ecuador, dueño de un carisma único y con una fuerza que lo tiene avanzando hacia nuevos desafío.
Su carrera le ha permitido compartir escenarios con artistas como Franco de Vita, Alejandro Sanz y Alex Ubago. Desplante, confianza y dominio de sus capacidades lo consolidan ya como un artista maduro que inicia una nueva etapa internacional, en la que Chile aparece en su camino.
DESDE LA NIÑEZ
"Mis primeras experiencias en los escenarios vienen de la niñez, en la escuela. Era el niño infaltable sentado a un lado de los coristas con la guitarra, toco guitarra desde los 7 años. Y de ahí en adelante, los escenarios desfilaron en todos los formatos posibles", recuerda.
Cuando cumplió los 23 años comenzó a cantar en bares, y "siempre he dicho que los bares son a la música lo que las tablas al teatro; es un espacio maravilloso, el público es muy cercano y adquieres herramientas muy valiosas, en estos espacios de la noche canté todo tipo de música, pasando de Diego Torres a Charles Aznavour, y de Gilberto Santarosa a Serrat".
- ¿Qué influencia tuvo tu familia en tu pasión?
-La música viene de mi familia paterna y mi madre es un melómana, crecí escuchando a Los Beatles y a Serrat por el lado de mi padre y a Barry White y Kool and the Gang por el lado de mi madre, todo eso es parte de las vertientes primarias. Mi abuelo fue compositor de ritmos criollos de mi país como el pasillo y el albazo. Crecí entre baterías y guitarras, mi padre es baterista. Pero fue realmente mi madre quien cultivo mi amor por la música, mis encuentros con el lado más hermoso de la vida los tuve a través de ella y la música acompañó todo ese camino.
SILENCIO Y RETORNO
Después de vivir momentos intensos en 2012 y 2013 de la mano de su anterior disquera en España, cuenta que crear un espacio de silencio para poder reencontrar lo esencial. Se alejó por un momento de los escenarios.
- Estuviste dos años algo alejado de los escenarios ¿Cómo fue ese periodo?
-La música y la vida sin silencios se vuelven poco interesantes, así que en este espacio me dediqué a otras pasiones como la radio y la televisión, y al mismo tiempo a organizar mis pensamientos, mis sentimientos... poner la casa en orden. Si no tienes nada que decir lo mejor que puedes hacer es estar callado, eso es lo que me pasó. No creo en sacar canciones por que sí, presionado por la necesidad de mantener vigencia .
- ¿Fue aquel momento una "bisagra"? ¿Sientes que llegó el momento para un nuevo impulso internacional?
-Sí definitivamente, con tanto que decir después del silencio sabía que el momento había llegado, después de todo lo vivido después de todo lo ganado y también todo lo perdido en nombre de este amor por la música, es momento de cantar y contar la vida otra vez. Este es un gran momento para empezar a buscar nuevos públicos.
- ¿Cómo se viene ahora tu proyección internacional y cuáles serán tus próximos pasos?
-Hablar de internacionalización para un artista, es hablar de un esfuerzo titánico en términos de gestión, de financiamiento, de visión, es un camino que no se puede recorrer en solitario. J