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Tras los pasos del infiel: citas, moteles y detectives

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No tocar puertas sino lograr que se abran solas es una ventaja de tener un físico superlativo: espigada, bronceada, curvilínea hasta el escándalo y con altas dosis de carisma y "chispeza", como diría el Gary, incluso esta dama podría llevar a que un monje caiga en sus ceñidas microfaldas.

Así seduce nuestra chica confidencial, digamos, una de esas capaz de cruzar el charco continental en busca de su "Dorado" hasta anclar al sur. Y todo para terminar acá, haciendo bien el amor, como cantaba la Raffaella Carrá.

Ella, la confidente

Quizás su fuerte por las noches no sea precisamente el vestirse, pero asegura contar con un armario lleno de ropa de marca. Ya en el terreno laboral, lo mínimo que espera, añade, es una atención de parte de ellos, sus clientes: un buen licor o un cariñito a modo de trato; de lo contrario, "partimos mal", revela.

"Mira, por eso el mundo está lleno de flores marchitas", se inspira como para poner la intro al tema.

Para ella, si hay algo bueno en esto, su pega, aparte de las gratificantes monedas -puede ganar 400 lucas por cliente quienes, en promedio, van de los 23 a los 60 años de edad-, es que trabaja cuando quiere. Por ejemplo, un jueves sí; un domingo no. Todo dependerá del taco de aguja que aterrice durante sus primeras horas del día. "Igual hay semanas en que me llaman mucho, otras la nadita misma", informa.

"Aunque no crea, no siempre se trata de sexo. A veces, sobre todo los maduritos y algunos casados, quieren que les haga compañía. Otros se enganchan e invitan a finos restaurantes. Pero trato de pasar desapercibida. Por eso no quiero que me tomen fotos ni nada. Hay que tener reserva en el negocio".

"En este oficio se aprende mucho del ser humano. Se aplica algo de sicología, creo yo. Por eso suelo descubrir a los infieles. Quién sabe, tal vez sus mujeres no saben llegar a ellos, entenderlos, satisfacerlos como se debe o, simplemente su naturaleza es así, la de engañar. Y ojo, que también he tenido como clientas a mujeres así".

Al calor de la jornada

Los moteles suelen revelar información. Bien lo sabía Norman Bates -y mejor aún Alfred Hitchcock- en Psicosis. Y claro, hay parejas, algunas sicóticas otras no tanto, ávidas por saber de su pierna o pierno.

Estructuras de aviones, barcos y cuanta parafernalia para ser el campeón del amor presenta Bahía Motel, propiedad del ex defensa de La Roja, Javier Margas, en el Camino Internacional. De entorno concurrido, por 60 mil pesos, dejan abierta la posibilidad de 12 horas para hacer las de quico y caco en esos artefactos. Si se anda corto en monedas, con $20 mil, hay para el disfrute íntegro en tres horas. Tiempo suficiente para incurrir en infidelidades varias.

Puertas adentro del motel, confirman que los días jueves, entre la una y las tres de la tarde, se suelen dar la mayor incidencia entre aquellos que no desean ser descubiertos. Justo la hora de almuerzo para varios profesionales de la región. Ya para el fin de semana y a eso de medianoche, en especial los sábados, caen en masa toda clase de infieles. El comentario desde la lujosa cueva del amor salta como en una novela negra de contraespionaje.

Del motel a los detectives. "Hemos sabido de casos así por estos lados. No falta alguien celoso y contrata a un sapo".

Si no se tiene contactos, la web podría resolver con algunos anuncios, aquí, de la zona. "Detección y comprobación tecnológica. Horas, lugares y rutina de los encuentros. Investigación rápida, efectiva, discreta".

En la práctica, si se efectúan los llamados es probable que se encuentre con celulares de dudosa procedencia. También correos que rebotan. En eso:

- Aló, diga.

- -se escucha un eco.

- El servicio, en caso de infidelidad, cuesta 300 mil pesos, pero dependerá de ciertos detalles.

- Oiga, ¡qué quiere saber! Hace muchas preguntas. ¿Va a contratarme?

Una investigación en Inglaterra estima que existen cinco signos que delatan al infiel: es narcisista y egoísta, manifiesta un cambio de actitud, una vida sexual insatisfactoria, el secreto electrónico y, por último, incurre en nuevas citas.

Compañía Agentes Privados Moch, que asegura trabajar para todo Chile, presume de una estadística en la web que data de 2011. En un ítem de cinco asuntos conflictivos, la 'infidelidad' lidera con un 75%, más abajo le sigue 'perfil de personas' con 15%, y muchísimo más atrás los 'robos y secuestros', 3%. J