"Feliz porque pasó esto... Vine a eso, a asegurarme que quedara en prisión... Si estuvo a punto de matarme, eso era lo que él quería. No quiero nada más". Las palabras son de Patricia Aliaga Curti, la joven de 28 años que el sábado recién pasado fue irracionalmente atacada por su padre L.H.A.C., de 50 años, quien estuvo sólo a milímetros de degollarla.

La joven, madre de una niña de 7 años, se excusó de entregar más declaraciones. Estaba nerviosa y agotada. Sólo en horas de la mañana había sido dada de alta desde el Hospital de Quilpué, centro asistencial al que ingresó pasadas las 22.00 horas del sábado 7 de noviembre en estado de suma gravedad tras el cobarde ataque de su padre en plena vía pública. Todo, por los celos enfermizos de su progenitor y por una relación que incluso despertó las sospechas de la madre y ex esposa del técnico en computación.

UN MILAGRO

La recuperación de Patricia fue catalogada de milagrosa, pues la lesión provocada por su padre mediante el uso de un cuchillo cartonero alcanzó una longitud horizontal de 10 centímetros y estuvo a escasos milímetros de cercenarle la vena yugular.

Por eso ayer sorprendió su llegada al tribunal, donde la esperaban su madre y su mejor amiga. "Si no queda en prisión, yo misma me mato", decía Patricia minutos antes de la audiencia.

Pasadas las 14.00 horas, el encargado de sala salió al hall y dijo en voz alta el nombre de su agresor. Llegaba el momento y Patricia quería estar presente.

Con un enorme parche que cubría la herida en su cuello, Patricia tomó asiento al lado del fiscal Sergio Morales, quien le manifestó, al igual como lo hizo el magistrado Ignacio Adana, que no era necesario que estuviera en la audiencia y que lo aconsejable era que guardara reposo.

"Es que quiero asegurarme que va a quedar preso", le decía Patricia al fiscal, quien en forma discreta le dijo que así sería.

Y efectivamente así fue. Tras oír el escalofriante ataque con el cuchillo, los celos "aberrantes" como los catalogó el juez y los antecedentes de maltrato físico y sicológico, además de las dudas manifestadas por la madre de la víctima sobre violaciones reiteradas de que habría sido objeto por parte de su progenitor, fueron suficientes para que se acogiera la solicitud del ministerio público y se decretara la prisión preventiva de L.H.A.C. El tribunal estableció un plazo de investigación de 4 meses. J

A la espera del resultado de la autopsia practicada en el Servicio Médico Legal, se encuentra la PDI y la Fiscalía, para esclarecer las circunstancias que rodearon el deceso de una persona en Playa Ancha.

El suceso se produjo la noche del domingo en la esquina de las calles Ricardo Montaner y San Pablo, cuando en la vía pública fue hallado el cuerpo sin vida de un sujeto. Testigos alertaron a Carabineros de la Primera Comisaría Sur, los que se constituyeron en el lugar junto con paramédicos del Samu que certificaron el fallecimiento. La policía uniformada alertó del hecho al fiscal de turno, que dispuso la concurrencia de la Brigada de Homicidios, los que determinaron que el occiso tenía aproximadamente entre 60 y 65 años. Está como N.N. ya que no portaba cédula de identidad. Datos aportados por testigos señalaron que la víctima circulaba junto a un sujeto, ambos en estado de ebriedad, y sostuvieron una riña. Tras ello quedó el cuerpo en la calle. No obstante, el examen preliminar al desconocido no reveló heridas visibles atribuibles a terceros, por lo que su muerte fue caratulada como indeterminada hasta que sea examinado e identificado por especialistas de la morgue. J

Mauricio Corrales dejó los pies en las calles de Valparaíso y Viña del Mar buscando su joyita robada. Casi sin esperanza, luego de 21 días recibió la feliz noticia. La madrugada del 18 de octubre el joven dormía en su hogar de calle Bio Bio en Playa Ancha, cuando al alba se percató que su Mitsubishi Lancer año 2012, avaluado en más de $8 millones, no estaba afuera de su casa. No supo más de él hasta que personal de la Brigada Investigadora de Robos le avisaron ayer que lo recuperaron la tarde del domingo. Estaba aparcado en una casa a escasos metros de su domicilio, en la población Juan Montedónico. "Estaba en buenas condiciones, un poco sucio por dentro y con olor a trago. Le sacaron algunas el alerón y faldones, entre otras cosas. Por lo menos está completo y andando. Estoy agradecido de la PDI porque no lo tenía asegurado", dijo el porteño. La subprefecto Rosita Torres, jefa de la Biro, dijo que una mujer fue detenida por receptación. Quedó libre a la espera de ser citada a declarar. "Estos vehículos tienen potencia y pueden pasar como autos de lujo; podrían ser usados para la perpetración de otros delitos. Se indaga si está vinculado con alguna banda", declaró. J