La voz de la mujer se percibe nerviosa y entrecortada al otro lado de la línea. Como si se tratase de una llamada de terror, Claudia Martínez tiene por qué asustarse. Además sentir rabia. Y mucha.
El miércoles, ella y su familia, vivieron un episodio digno de ripley: los vecinos de la cuadra cercana le gritaron de todo, insultaron, denostaron. Y todo por una fotografía subida a las redes sociales vía Facebook. No cualquiera: una que identifica la demarcación de un estacionamiento reservado para minusválidos. Ellos, sus vecinos ("no los de mi pasaje", aclara), querían ese espacio para seguir estacionándose, como siempre lo han hecho.
Ya en el Pasaje n°1 con calle Peyronet, en la población El Seguro, en Quilpué, la madre de Emilio (quien tiene capacidades especiales producto de una parálisis cerebral), procedió a la descarga. "Hace ocho años que vivimos acá. Soy quilpueína y me indigna el trato que nos dieron. La gente no entiende".
El matrimonio Douzet- López hizo los trámites para el aparcamiento en agosto. Y ya el miércoles pasado tenían la franja colorida y bien demarcada para su Renault Scenic. "Pero ojo, cualquier persona con discapacidad lo puede utilizar", asevera Martínez, para quien resulta vital que se respete. "Hace unos días mi hijo tuvo una crisis de epilepsia y mi auto estaba estacionado lejos". Por eso, su llamado es a que, a semanas de la Teletón, los residentes del sector tengan conciencia y se pongan en su lugar. "Nunca se sabe". J