La depresión es un trastorno del estado anímico que no sólo afecta a los adultos. Esta enfermedad sicológica puede presentarse en los niños, siendo difícil su detección. En el caso de los pequeños, entre los síntomas frecuentes se encuentran irritabilidad, la conducta agresiva o la tristeza, publica abc.es.
Afecta a los bebés
Esta enfermedad suele observarse más en la etapa de la adolescencia, pero sorprendentemente los expertos señalan que podría afectar a los bebés. "Pueden sufrir episodios depresivos, sobre todo por carencia de afecto", indica la coordinadora de la Unidad de Trastornos Afectivos y Conductas Suicidas de Niños y Adolescentes del Hospital Sant Joan de Deu, de Barcelona, María Dolores Picouto, a agencia EFE.
En los niños más mayores que aún no han llegado a la pubertad la depresión afecta a entre un 2 % y un 4 %, cifras que aumentan de forma significativa en la adolescencia hasta alcanzar el 10 %, asegura la especialista.
Las causas
Son diversos los factores que pueden desencadenar una depresión, como la predisposición genética, también influye el ambiente familiar y social en que se desenvuelve el niño.
En el caso de la predisposición genética si un menor tiene un padre o madre con depresión el riesgo de que padezca un episodio depresivo en la infancia aumenta de dos a cuatro veces, señala María Dolores.
Regina Salala, investigadora y profesora del King's College de Londres, comentó que los pequeños que padecen depresión "tienen un sentimiento de culpa excesivo, inapropiado, no disfrutan del juego y también pueden tener pensamientos destructivos".
Al pensar en el tratamiento es clave recurrir a un especialista y en algunos casos complementar la terapia sicológica con un tratamiento con fármacos. J