El club de los "Rápidos y Furiosos" en miniatura
Antes de cada carrera, revisan el circuito, los neumáticos, el motor, el combustible y repasan la estrategia de carrera. Los motores rugen fuerte y los pilotos esperan impacientes que se agite la bandera a cuadros para arrancar hasta la meta. No es el Rally Móbil, el Nascar ni el Dakar. Se trata del "Club RC Quilpué", donde participan en pequeñasgrandes carreras de autos radiocontrolados.
Claudio Salinas, es el presidente y fundador del club. El quilpueíno recuerda que en el verano del año pasado solía asistir junto su familia a paseos en el campo, donde vio que uno de sus sobrinos tenía uno de estos autos a control remoto y solián jugar con él en el pasto. Claudio cuenta que luego de pasar un buen rato con el auto de su sobrino pensó que sería entretenido usarlo en una superficie más adecuada, en la que se pudieran realizar competencias con otros autos del mismo estilo para sacarle más provecho.
Con esta idea en la cabeza, Claudio decidió comprarse uno de estos autos a escala para aprender a manejarlo con maestría. Su idea era hacer carreras con otros pilotos, así que se decidió a buscar más gente que compartiera su afición por los bólidos en miniatura y se decidieron a crear un club con competencias periódicas.
club rc quilpué
En un primer momento fueron seis los pilotos que comenzaron con las competencias internas; entablaban diversos desafíos para superarse entre ellos y se pulían en la conducción. "La idea era hacer de esto una competición y poder ir mejorando en el manejo de los autos", recuerda Claudio y explica que luego de haber juntado al grupo de gente, hubo que buscar un lugar para practicar y fueron probando en distintos lugares semicerrados donde iban armando las pistas para el día de las carreras y las iban desarmando cuando concluía el evento.
Desde la fundación del club, en enero de 2014, se ha recorrido un acelerado camino y la agrupación ha crecido bastante. Actualmente son 26 los pilotos que participan activamente de las competencias. Entre los pilotos hay gente de toda la Quinta Región, como Qulpué, Valparaíso, Viña del Mar, Villa Alemana y Quillota, entre otras comunas.
Claudio explica que se reunen mensualmente para las carreras internas y los encuentros que realizan con otros clubes de autos radiocontrolados.
El formato de las carreras es por cronometraje. Cada piloto tiene que recorrer en solitario el circuito trazado; posteriormente se clasifica a los pilotos en cuatro categorías según su desempeño. Quienes se hayan demorado más tiempo en llegar a la meta quedan seleccionados en la categoría "Novicios", luego viene "Promocional, "Experto", y los más diestos al volante, o mejor dicho al control remoto, compiten en la división de honor: "Súper Expertos".
Una vez catalogados los niveles, se realizan las competencias por categoría para determinar quienes son los ganadores en cada nivel.
no son juguetes
Claudio señala que muchas personas piensan erróneamente que estos autos radiocontrolados son juguetes para niños. El presidente del club advierte que son máquinas de gran complejidad técnica, que no deben ser tomadas a la ligera. "Muchos los toman como autos de juguetes, pero la verdad es que nosotros cuando comenzamos con esto la idea era hacer competencias", aclara.
son los más usados. El combustible que usan es el nitrometano, que llega al motor enfriado por aire para impulsar el bólido. Los autos pueden llegar hasta los 110 kilómetros por hora cuando viajan en línea recta, es por eso que al conducir estos vehículos hay que ser tan cuidadoso como si se tratara de un vehículo de verdad. Así lo cree Claudio, quien afirma que una de las razones por las que le gustan tanto estas carreras es porque siempre ha sido aficionado del automovilismo y ha tenido experiencia al volante en otros eventos deportivos. "Uno los puede mirar como juguetes, pero no lo son; de hecho hay que tomar varias medidas de seguridad cuando los usamos. Nosotros nos preocupamos harto de eso", asegura y agrega que la experiencia de conducir en una carrera real y una a escala es muy similar, ya que se comparten los mismos principios, pues hay que saber tomar las curvas, acelerar, planificar la ruta y acelerar sin perder el control del vehículo.
El precio de los autos radiocontrolados es amplio y dependerá de las especificaciones de la máquina. Claudio recomienda que una persona que está comenzando en la disciplina y quiere probar con un modelo no tán sofisticado, puede partir con un auto de $300.000, pero si estamos buscando un auto más complejo para alguien que quiere competir al más alto nivel, existen modelos que pueden valer hasta $1.000.000, ya que se trata de autos con tecnología de última generación, con motores de titanio, piezas de fibra de carbono y otros materiales de gran resistencia que son usados en los autos que compiten en la Fórmula 1.
En relación al aprendizaje para manejar estos autos, Claudio explica que no es tan complicado, pero es necesario un periodo de práctica para familiarizarce con el auto. "Yo creo que como toda disciplina, las ganas, el entusiasmo y con la práctica también, uno se va puliendo en la conducción", explica y cuenta que en el club se enseña y da consejos a los integrantes con menos experiencia para que el proceso de aprendizaje sea más rápido y se pueda llegar a dominar la conducción, de modo que suba el nivel de las carreras y se hagan más entretenidas las competencias.
disciplina desconocida
Pese a que desde que comenzó el grupo, ha crecido bastante y más personas se han sumado a la iniciativa, Claudio piensa que sigue siendo una disciplina desconocida por la mayoría. "En el círculo de los autos radiocontrolados, como que todos nos conocemos, pero esto va al alza creo yo", indica.
La fascinación por estos autos se vive en todas las edades, pues en el grupo participan niños y adultos. La participante más jóven es una niña de siete años que se luce en la categoría de novicios y las personas más mayores tienen cerca de 50 años. También ocurre mucho que padres e hijos comparten esta afición y aprovechan la instancia para compartir un momento familiar alrededor de las carreras de autos. "Pese a que hacemos competencias, se vive un ambiente muy cálido y de amistad entre nosotros. La verdad es que es un evento bastante familiar", dice Claudio.
Una de las razones del desconocimiento de esta disciplina, es que los eventos solían hacerse en espacios alejados de las ciudades y sin gran propaganda, pero esto ha ido cambiando paulatinamente. En los últimos meses, la iniciativa se ha hecho más conocida gracias a sus apariciones en eventos públicos como la "Hobbycon", realizada en Villa Alemana en noviembre de este año. En la cita, organizaron una jornada de carreras que dejó extasiados a los asistentes al evento, quienes miraban con admiración los derrapes de los autos y la emoción de la competencia.
Finalmente, Claudio extiende la invitación a que quienes estén interesados en sumarse a la iniciativa, lo hagan sin miedo porque los. "Nosotros los invitamos a que se integren a nuestro club para orientarlos en nuestro hobby y participen activamente en nuestras competencias. Las puertas están abiertas para todos", dice. J

