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Los hombres prefieren el sexo a la comida

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Un reciente estudio publicado en Nature aseguró que los hombres, ante la posibilidad de practicar sexo, la comida es la última idea que ocupa su mente.

Los investigadores descubrieron que el cerebro de los hombres está programado para buscar sexo antes que comida, incluso cuando tienen un hambre atroz. Al parecer, cuentan con una serie de neuronas específicas que se disparan ante los estímulos sexuales. El estudio se hizo con gusanos nematodos, pero los científicos de la Universidad de Londres creen que es probable que haya paralelismos en los seres humanos. J

Relaciones una vez a la semana es la cuota ideal

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Aunque la publicidad se encargue de asegurar que mientras más sexo tengamos más felices somos, un reciente estudio derribó el mito y aseveró que con una vez a la semana está bien.

Investigadores de la Universidad de Toronto, en Canadá, presentaron un estudio en el que calculan los límites del sexo para mejorar el bienestar de una pareja. Según los autores del trabajo, basado en encuestas a 30.000 personas, la práctica sexual incrementa sus beneficios hasta que se llega a una sesión por semana. A partir de ahí la felicidad deja de crecer.

La asociación funcionaba en personas dentro de una relación de pareja.

Según publicó el diario español El País, en la investigación que reveló la revista Social Psychological and Personality Science, se recuerdan amplios estudios que relacionan practicar sexo con mayor frecuencia y un mayor bienestar. Sin embargo, "para parejas con muchas ocupaciones, responsabilidades laborales y niños que cuidar, la presión para tener relaciones sexuales con tanta frecuencia como sea posible puede ser estresante", afirman.

En este punto, los responsables del estudio también reconocen las dificultades para medir los efectos del sexo sobre el bienestar personal.

En un experimento de la Universidad Carnegie Mellon (EE.UU.) en 2015 se observó que un grupo de parejas a las que se pidió que doblasen su frecuencia sexual no mejoraban su bienestar si se les comparaba con otro grupo de amantes que siguieron con su ritmo sexual habitual. Es difícil de calcular si la presión de sentirse obligado a tener más sexo no echa a perder los beneficios de una práctica placentera.

Fuerzas externas

Según explicó el mismo diario español, un reciente estudio de la investigadora de la Universidad de Yale June Gruber, reveló que aunque la felicidad se relaciona con una mejor salud o mejores relaciones sociales, perseguir experiencias felices con demasiado ahínco puede tener consecuencias negativas.

Los autores, que lidera la investigadora Amy Muise, reconocen su incapacidad para dar una explicación causal a la observación de que con practicarlo una vez a la semana se logran los máximos beneficios del sexo. J