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Museo del grabado de la Upla ya se hace realidad

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Es un proyecto de antigua data y que de a poco se hace realidad: el Museo del Grabado, el primero en su especie en Chile y en América Latina y que la Universidad de Playa Ancha (Upla) instalará en una casona de la calle Lautaro Rosas del cerro Alegre gracias a la asignación de $1.700 millones por parte del Consejo Regional a través del FNDR.

La noticia fue entregada por el rector de la Upla, Patricio Sanhueza Vivanco, quien agradeció la entrega de estos recursos que permitirán la habilitación de la casona patrimonial. Dicho espacio, de propiedad de la universidad, albergará a un número cercano de 13 mil obras visuales, de las cuales ocho mil 800 pertenecen a destacados artistas nacionales y extranjeros, correspondiente a la producción de grabado histórico y contemporáneo.

"Esto significa que el Gobierno Regional ha hecho una apuesta por el patrimonio, por el arte en Valparaíso, lo que significa que está en consonancia con el carácter de ciudad patrimonial y con privilegiar ciertos temas intangibles que le dan valor", afirmó el rector, quien anunció que, de acuerdo al cronograma, este museo será inaugurado a fines del próximo año.

Sanhueza subrayó que el valor de las obras de arte, en su conjunto, asciende a $4 mil millones, lo que se suma al valor de la propiedad, estimada en $400 millones. Por tal razón, dijo, este proyecto se visualiza como una iniciativa de alto impacto para la ciudad.

historia del grabado

La directora del Fondo de las Artes de la UPLA, María Teresa Devia, explicó que la necesidad de instalar en Valparaíso el Museo Universitario del Grabado, nace de la responsabilidad que universidad asume con artistas creadores nacionales y latinoamericanos en el ámbito de las artes visuales, que legaron a esta casa de estudios sus obras visuales y documentos personales. Lo anterior con el objetivo de preservarlas, conservarlas y difundidas para las nuevas generaciones.

"Dicho material narra la historia del grabado nacional y latinoamericano, por lo que como universidad pública tenemos el deber de democratizar estos bienes culturales, para el goce estético de toda la comunidad y vincularnos con la educación en todo su ámbito, porque el museo puede transformarse en un laboratorio de experiencias para los estudiantes de arte de la región", sostuvo Devia.

Obras de los maestros Carlos Hermosilla, Guillermo Núñez y Roser Bru, premios nacionales de Arte 2007 y 2015, respectivamente, conforman parte de los 8.800 grabados que constituirán el museo. J

"No soy Lorena"

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A veces se conjugan las crisis internas de los individuos con acontecimientos sociales o externos, que las potencian o les dan un sentido dramático mayor.

Es el caso de la actriz Olivia (una excelente Loreto Aravena). Estamos en Santiago, en el invierno de 2011 y abundan las protestas y marchas de los estudiantes secundarios. Olivia acaba de separarse de Mauro (Lautaro Delgado), director y autor de la obra teatral en que está ensayando; su madre, Eleonora (Paulina García) está con Alzheimer en su casa, al cuidado de Patricia (Gabriela Aguilera), con quien no se lleva bien; pero además la llaman y le envían mensajes de texto para cobrarle una deuda de alguien llamado Lorena Ruiz, conflicto de identidad que le da nombre a la cinta "No Soy Lorena" (2014), dirigida y escrita por la cineasta chilena Isidora Marras, su ópera prima.

Para terminar de armar este entramado, Olivia tiene de vecino a un travesti, Rosseta (Maureen Junott), que en principio no le cae en gracia; y su coprotagonista en la obra teatral, Alonso (Matías Oviedo) tiene un claro interés sentimental en ella, que aún permanece golpeada por la separación de Mauro, a quien debe ver todos los días y que la critica porque no logra dar con la intensidad de su papel.

En estas circunstancias, el asedio de la empresa de cobranzas termina por gatillar en Olivia una serie de decisiones que no parecen las más adecuadas; sobre todo la de tratar de ubicar a la verdadera Lorena Ruiz, lo que la llevará a sumirse en los bajos fondos de la capital, escenas bien logradas, ya que también retratan la desorientación sicológica en que se encuentra Olivia.

Al resolver el misterio, Olivia también soluciona y destraba sus dudas existenciales, permitiéndole liberarse de las ataduras que le impedían continuar su vida, conservando sólo la ligazón con su madre, quien se encuentra a estas alturas en un hogar de ancianos. La cinta logra de buena manera sumergir al espectador en la crisis de identidad de Olivia; y en sus indagaciones urbanas, que también son metáforas de sus exploraciones internas, en busca de sí misma y de las cosas que realmente le importan, como el amor por Eleonora, la nueva amistad con Rosseta y alcanzar la madurez de vida necesaria para ser la actriz que lleva dentro.