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Por confiado le roban drones avaluados en 14 millones

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Uldis Grasins tiene 65 años, es de origen letonés y es de esas personas que aún creen en la humanidad. Tanto así que luego de venirse de Iquique, este pequeño comerciante decidió instalarse en un predio de su propiedad ubicado en la parcela M, del fundo Concón alto ubicado en el camino que conecta Lajarilla con el fuerte Aguayo.

El lugar es paradisíaco: vegetación, un pequeño riachuelo, rocas y un silencio que invita a la paz...pero también a la delincuencia tal como, lamentablemente, le tocó experimentarlo en carne propia.

EN 3 AUTOS

La madrugada de este miércoles y mientras dormía al interior de su casa rodante, un número indeterminado de sujetos que se movilizaban en tres automóviles, aprovecharon la soledad del sector y cargaron los vehículos con toda la mercadería que Uldis había adquirido con miras a la Navidad, entre ellos varios drones avaluados en cerca de 14 millones de pesos.

Con el buen ánimo que sólo caracteriza a esas personas que poco se aferran a lo material y que optan por ver siempre el lado bueno de la vida, Uldis admite que pecó de confiado al dejar a la intemperie toda la mercadería que había adquirido.

"Me arriesgué mucho. Originalmente tenía la intención de instalar aquí un local de comida al paso porque hartos vehículos pasan por aquí (...) Por un viaje a Iquique me entusiasmé, pedí un crédito y compré unos drones y unos juguetes para la Navidad. Me llegó la mercadería, pero tenía las cosas super expuestas", admitió el comerciante.

A pesar que una parte de la mercadería más costosa la había guardado en otro sector, los sujetos que aparentemente habían andado merodeando días antes por el sector, se llevaron los artículos más caros como los drones y los juguetes.

"Eran como las 2 de la madrugada. Miro por la ventana y veo 3 o 4 autos estacionados. La noche anterior parece que habían andado por aquí. Miro y empiezo a gritar y uno de los sujetos viene con la intención de hacerme callar", recordó Uldis.

Mientras uno de los sujetos provistos de un fierro se acerca a la camper, los otros aparentemente terminaron de cargar la mercadería.

Afortunadamente, Uldis logró encerrarse y evitar el eventual ataque.

"Eran por lo menos 5 personas, ni siquiera se inmutaron. Lo bueno de esta historia es que la estoy contando y que no estoy en el hospital o muerto. Por eso es que no estoy triste, finalmente son leseras", explicó Uldis.

El hombre de 65 años reconoce que pecó de ser extremadamente confiado y que por lo mismo retiró toda la mercadería que había traído del norte.

"Fui el tonto más grande del mundo, la culpa no es del ladrón en este caso, es de uno (...) En este momento me llevo todo y veré lo que hago, volveré a mi raíz original, con el tema de las comidas al paso y nada más", explicó Uldis quien llevaba con su mercadería en el lugar por dos semanas. "Los mismos carabineros me advirtieron que este camino lo utilizan los delincuentes", precisó Uldis quien admitió que no le había tocado vivir una experiencia tan límite como la del miércoles. J