Con una desagradable sorpresa se encontraron ayer, los miembros del concejo municipal porteño, cuando constataron que sus oficinas, ubicadas en la esquina de avenida Pedro Montt con Las Heras, habían sido robadas.

Los funcionarios municipales debieron permanecer afuera del inmueble, mientras personal del Laboratorio de Criminalística de Carabineros (Labocar) se disponía a realizar las primeras diligencias y muestras de evidencias que les permitan dar con los autores del robo.

La directora jurídica del municipio, Jeanette Bruna, aseguró que un total de 14 oficinas fueron intervenidas por los antisociales.

"Las chapas estaban hechas pedazos, al igual que los muebles. Hay concejales que tenían dinero en efectivo guardado para comprar juguetes para niños de sectores vulnerables. Con cifras que en algunos casos rondan los $2 millones o $1.700.000", aseguró Jeanette Bruna.

Y a la vez, subrayó que el total de pérdidas en dinero en efectivo ronda los $10 millones. A lo anterior se suman los equipos computacionales que fueron sustraídos, y el costo de todos los daños que realizaron al interior del edificio.

"Varios muebles, como los escritorios, estaban nuevos y también fueron destruidos por los delincuentes", dijo la directora jurídica municipal.

FUNCIONARIOS TRISTES

Una vez que pudieron ingresar al inmueble tras las diligencias de Labocar, los funcionarios municipales se entristecieron al ver que además de sus pertenencias, también robaron dineros que estaban juntando a modo de campaña para comprar regalos a los niños y niñas en algunos sectores vulnerables de la ciudad.

"Lógicamente que como estamos en vísperas de Navidad y Año Nuevo, hay muchas ayudas sociales que nos solicitan instituciones de las más vulnerables de la comuna. Y justamente teníamos el dinero para ayudar con regalos, juguetes y dulces, pero todo eso se perdió. De mi oficina se llevaron más menos $1 millón, entre dineros que habíamos reunido para eso, más otro que tenía mi secretaria", afirmó el concejal Carlos Bannen.

Por otro lado, la concejal Ruth Cáceres, muy molesta, dijo que no pensó encontrar su oficina en las condiciones que estaba. "Lamento profundamente el hecho porque anteriormente se le dijo al administrador del municipio, el señor Jaime Varas, que esto al quedar sin guardias por la noche estaba propenso a los robos. Incluso se le mandó una carta por escrito, esa es una responsabilidad directa que él tiene".

Mejor suerte tuvo la secretaria del concejal Luis Soto, Beatriz Miranda, quien lloró de la emoción al ver que el dinero que su marido le entrega por su trabajo de conductor no había sido robado.

Labocar y OS9 de Carabineros realizarán la investigación del robo y ver si se puede tener algún antecedente de los individuos que ingresaron a la dependencia municipal. También se están revisando las cámaras de seguridad del sector. J