Bar Restaurant Victoria
Esta semana fuimos al Victoria, específicamente este lunes víspera del festivo, puesto que nos llamó la atención por su trayectoria, las actividades que ahí se realizan y además su nombre. Su oferta de almuerzo eran tres principales con un acompañamiento que se podía elegir entre tres opciones y el postre, todo explicado en la pizarra que está en la entrada por un valor de $6.000.
En nuestra mesa, una panera con pan batido semi cortado en tajadas, pebre rico y picante. El garzón nos ofrece algo para tomar y las opciones de almuerzo: palometa, bife y alitas de pollo con salsa de champiñones, y de acompañamiento: papas bravas, arroz o ensalada. De entrada, el consomé y el postre. Las elecciones fueron palometa con papas bravas y bife con ensalada. Nos trajeron el consomé con perejil espolvoreado. La verdad malísimo, sin sabor, solo gusto a verduras. Tenía una apariencia blanca que no logré saber por qué era. En fin lo dejamos pasar y esperamos que retiraran la sopa y nos trajeran el plato de fondo. Esperamos un buen rato, a todo esto comenzaron a llegar varios comensales. El principal lo trajo otra garzona. Primero mi carne, con una salsa espesa que manchaba el plato. Esperamos un rato porque la palometa no le llegaba a mi colega. Mi plato la carne blanda, la salsa no muy buena por su consistencia y apariencia, la ensalada de lechuga, tomate, repollo morado y una roseta de brócoli, el cual estaba demasiado "al dente", por no decir crudo, que no lo comí. La palometa de buen tamaño la porción, bonito color y bien en la cocción, estaba de buen sabor, acompañado de las papas, pero que no eran bravas, eran papas cocidas con crema, estaban ricas, pero no era lo que se nos ofreció. Luego de terminar esperamos mucho rato para que se preocuparan de nuestra mesa. Vimos que la niña que nos atendió estaba preparando tragos en el bar, al parecer les faltó personal o estaban sobrepasados, y el garzón que nos atendió en un principio estaba preocupado de otras mesas. Pacientemente esperamos cerca de 20 minutos para que nos retiraran el plato de los principales, ya esperando con buenas expectativas el postre. Preguntamos qué era y nos dicen que no hay postre, que se había acabado, realmente lamentable y poco afortunado. Nuestra cara no fue la mejor y nos ofrecieron un bajativo o café a cambio del postre, el cual no aceptamos y pedimos la cuenta, la que se demoró otros 20 minutos en ser entregada.
Finalmente, muchas expectativas. Posiblemente fueron muy altas para un restaurant emblemático. Posibilidades de mejoras, muchas, ya que tienen una muy buena ubicación y experiencia en lo que hacen.