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Después de 42 años tendrán su anhelada licenciatura

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Diciembre de 1973. Los 33 alumnos del cuarto año medio del Liceo José Cortés Brown, ubicado en el cerro Castillo de Viña del Mar, se quedan sin licenciatura. ¿La razón? el reciente golpe de Estado que tiene con toque de queda a todo el país. No hay fiesta ni tampoco entrega de diplomas. Sólo hacer un trámite: ir a la puerta más pequeña del establecimiento y pedir la respectiva licencia para poder seguir estudiando o trabajar.

Diciembre de 2015. Veintitrés de esos 33 alumnos quieren volver a juntarse y tener la licenciatura que hace 42 años no pudieron. La idea surge en un asado, en una junta en la que incluso participa un apreciado profesor. "Hace como tres o cuatro años, los que estábamos más cerca nos juntamos en un café de Viña para conversar y recordar viejos tiempos. Luego, cuando ya éramos como unos 8 aproximadamente, nos pusimos de acuerdo para hacer un asado en la casa de Alfonso Guerra, uno de los compañeros, y ahí salió el tema de la licenciatura. También estaba el profe Desiderio Portilla, que lo queríamos mucho y hace como tres meses murió de cáncer", explica Homero Espantaleon, uno de los 33 estudiantes.

18 de diciembre

En dicho asado también estaba presente Carlos Arraño, otro ex alumno que es hermano de José, actual profesor y orientador del liceo. "A él se le ocurrió comentarle a su hermano sobre la licenciatura y así fue como comenzó esta aventura de reunirlos a todos", apunta Homero.

En efecto, Carlos le habló a su hermano José de lo que habían vivido como estudiantes y de lo lindo que sería tener una licenciatura. "Le canalicé la idea a mi hermano y le dije que sería bonito cerrar un ciclo que quedó pendiente y que toda la generación del '73 se pudiera reunir para celebrar la licenciatura. Mi hermano dijo que iba a conversar con la dirección del establecimiento y al final accedieron. Estamos muy felices por eso, porque sabemos que va a ser muy significativo para todos. Tengo compañeros que no veo desde esos años", declara emocionado.

José Arraño, el hermano, cuenta que apenas planteó la idea en el liceo, todos engancharon. "Les empecé a decir a todos que había un asunto pendiente con la generación de 1973 y qué podíamos hacer. Pregunté si era posible que les hiciéramos una ceremonia y todos dijeron que sí. Desde entonces, todo el mundo está dispuesto, muy animado a colaborar porque bueno, ya han pasado 42 años y son los únicos alumnos que no han tenido su licenciatura", señaló.

Dicha licenciatura ya tiene fecha: 18 de diciembre de 2015. "Apenas se concretó la fecha nos propusimos la labor titánica de buscarlos a todos. El hermano de Carlos nos pasó una copia de la lista, que estaba escrita a máquina y empezamos por redes sociales, teléfonos y correos a tratar de ubicarlos a todos. Hasta la fecha ya tenemos 23 con sus correos y teléfonos actualizados. Incluso tenemos un Whatsapp en donde nos estamos comunicando", afirma Homero, orgulloso.

El último ex alumno en ser ubicado fue Ricardo Fuenzalida, un enfermero que trabaja en el hospital de Casablanca. "Una tarde tuve el dato que un ex compañero trabajaba en un hospital de Casablanca y me dediqué a llamar a todos los centros médicos que existían allá para tratar de ubicarlo. Al final supe que estaba en el hospital, pero justo tenía libre y estuve una semana llamando todos los días porque no me querían dar su celular. Finalmente di con él y estaba súper contento con todo lo que se estaba haciendo. Él también va a venir", indicó Homero Espantaleon.

Redes sociales

El resto fue ubicado por Facebook y correos electrónicos y de esta manera los que estaban en Viña del Mar se enteraron que dos de sus compañeros ya habían fallecido y que otros dos habían hecho sus vidas en el extranjero. "Cuando empezamos la misión de tratar de ubicarlos a todos, nunca nos pusimos en el lugar de que nos íbamos a encontrar con que algunos ya habían partido, ni Félix González ni Ricardo Torres están con nosotros. Ellos fallecieron y ahora sólo quedamos 31", declara Carlos.

Iván Pereira, un ex alumno que se radicó en Iquique, destaca cómo se han ido dando las cosas. "Tenemos dos compañeros que están en el extranjero y otros en Arica y Concepción. Junto a mí, somos los más lejanos al resto de los compañeros, pero estamos haciendo un gran esfuerzo para poder viajar y estar ese día 18 celebrando nuestra licenciatura. Han pasado muchos años, hemos cambiado, estamos diferentes, más viejos, pero compartimos una época importante de nuestras vidas y va a ser súper emocionante juntarnos y vivir esto. Realmente espero poder estar presente y ver a los que fueron mis compañeros en el liceo. Estoy súper contento de cómo se han movido todos", dijo desde el norte.

En el liceo también están expectantes con el evento. "El director e inspector de la época ya están fallecidos, pero los actuales están muy ansiosos por llevar a cabo esta licenciatura. Pero también participarán algunos profes antiguos como Alfredo Rojas y hasta un auxiliar que en esos años trabajó en el liceo. Ahora está en Placilla y queremos ponernos en contacto con él para que también venga y comparta con nosotros", comentó José Arraña.

Faltan 8

Los 23 ex alumnos que han logrado ponerse en contacto siguen la búsqueda de los 8 que faltan. "Estamos agotando todas las instancias y medios para dar con ellos, para que nadie falte y así todos tengamos la licenciatura", consigna Homero. Carlos, en tanto, espera dar con el resto para que se cumplan otros sueños. "No tuvimos licenciatura, pero tampoco tuvimos gira de estudios. Ahora con hijos y hasta nietos se complica un poco, pero quien sabe, quizás también concretemos ese viaje para el norte o sur del país. O que se sigan dando otras juntas en el futuro, en donde podamos conversar y echar la talla. Estamos muy emocionados con todo esto", comentó.

El Liceo José Cortés Brown fue fundado el 12 de mayo de 1960, por monseñor Raúl Silva Henríquez, cuando éste era Obispo de Valparaíso. El objetivo era entregarle educación a jóvenes de escasos recursos de distintas comunas. El edificio está ubicado en la calle República 71 del Cerro Castillo y fue una donación de la familia Cortés Brown. De ahí el nombre del hijo menor de la familia.

Iván Pereira valora mucho esto ya que dice que el colegio nunca miró estratos sociales. "Nos tocó vivir como estudiantes una época difícil en el país, pero el colegio era muy especial. En ese entonces era de puros hombres y todos nos sentíamos cómodos porque no importaba el estrato social ni económico. Para mí es muy especial porque quedaba muy cerca de la casa de los Presidentes, pero ni por eso".

Desde 1980 se convirtió en liceo mixto. J