Primero fue con Moisés Villarroel, a quien, sólo por la presión mediática... lo despidieron de una manera más o menos digna; luego con Sebastián Méndez, quien tras diez años en Wanderers (ahora juega en San Marcos de Arica)... fue desechado, sin siquiera un "muchas gracias". Y ahora, el turno de la "gillotina verde" es para Jorge Ormeño, el mismo que ha dado la vida por -dentro y fuera de la cancha- y que ayer, como un mueble viejo, fue desechado por la directiva que encabeza Jorge Lafrentz.

Es cierto, el contrato de Ormeño llegó a su fin... pero un mínimo de deferencia, un mínimo de respeto hacia su trayectoria, un mínimo de cariño a los ídolos... no está demás. Y no se trata de voltear pétalos de rosas o ponerle una alfombra roja al volante oriundo de Gómez Carreño, pero sí... otros seis meses más o los que quisiese jugar Ormeño, pues, a los ídolos, se supone, se les respeta.

Pues bien, Ormeño se reunió a eso del mediodía de ayer con el director deportivo de Wanderers, Juan Gutiérrez y al rato... estaba finiquitado.

Lo llamamos, le consultamos, pero no quería ahondar mucho en el tema. Correcto, como siempre, nos respondió algunas cosas, ya que obviamente estaba afectado.

"Hoy (ayer) me reuní con don Juan (Gutiérrez) y no quieren que siga, esa es la verdad", señaló el futbolista, quien agregó que "no hay vuelta atrás, ya que es una decisión de ellos".

Al insistir con el tema, Ormeño reiteró que no quería hablar por ahora del tema, ya que todo estaba muy fresco, agregando eso sí que a la reunión... iba dispuesto a todo. "Yo me puse en todas las situaciones, hay cosas en las que no estoy de acuerdo, pero se las dije a ellos. Yo quería seguir jugando, eso lo tenía claro, pero ahora tendré que replantearme", señaló. J