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Testimonio, advertencias y entidades a tomar en cuenta

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Tan solo un año y dos meses. Mientras otros bebés a esa edad luchan por tratar de balbucear sus primeras palabras, la menor Maite, de la ciudad portuaria de San Antonio, ya daba pelea, en carne propia y de la manera más brutal, al dolor que significa llegar a no sentir, precisamente, dolor.

Han pasado tres años de aquel nefasto 2012. Todavía están los vestigios de las cicatrices en su piel, específicamente en las dos manos, de la grave quemadura sufrida en su habitación producto de un accidente. Una estufa a parafina, Maite que posa sus manitas sobre el artefacto y al hospital Claudio Vicuña. De allí en ambulancia al Van Buren, pabellón y la intervención inmediata del cirujano. Luego injertos, vendajes y fe. Mucha fe. Y también COANIQUEM. De hecho, su madre, Nataly Bazán, asegura que con la institución comenzaron de una el tratamiento de terapia, kine y fisiatria. Operaciones a la mano izquierda de Maite en 2013, 2014 y la diestra este 2015.

Hoy la pequeña se dispone a apagar sus cinco velitas y con la opción de repartir, con sus propias manos y guantes de rigor, el pastel. "Soy una mamá fuerte y voy a acompañar a mi hijita hasta que termine su tratamiento. Agradezco la ayuda de COANIQUEM", reflexiona Nataly Bazán.

Realidad y tenacidad

María Ignacia Pizarro es la jefa Regional Valparaíso COANIQUEM (sí, con mayúscula). Ellos atienden casos como el de Maite. Aclara: "Primero deben de darle un alta médica al paciente del Minsal y de allí nos encargamos nosotros".

Para que se haga una idea, el costo para COANIQUEM de asumir un tratamiento de esta índole: 600 mil pesos, por lo bajo. El rango: de 0 a 20 años.

María Ignacia reconoce que lo más complicado es recaudar fondos. Hacen campañas con voluntarios, tratan de ponerse con lo que pueden, ahora apuestan a una tierna mascota llamada Santi en los próximos meses, pero no es, y nunca será suficiente.

Que no hayan tenido quemados en estas fechas en los últimos tres años en la Región es esperanzador. "Quiere decir que las campañas están surtiendo efecto. Los padres tienen más conciencia", dice Pizarro.

También se aventura, con la sapiencia de su cargo, a las consultas:

¿Qué hacer en caso de quemaduras?: "Poner la zona quemada en agua helada (y corriendo), a lo menos, cinco minutos. Nada de untar cremas. Luego aplicar un paño limpio en la zona afectada".

"Cortar el switch de corriente. Pararse en una superficie de madera. No echar agua, hay que tapar con un paño", acota Pizarro, que con tan solo seis meses en el cargo, está con las cargas a tope.

COANIQUEM advierte:

-La venta y su uso están prohibido. No compre ilegalmente. Eso pone en riesgo la integridad de su familia.

-La manipulación de "Chispitas", "estrellitas", "petardos", "viejas", "guatapiques" y "virutillas", es la principal causa de quemaduras de fin de año.

-La utilización de fuegos artificiales puede provocar incendios en viviendas y otros inmuebles.

-No permita que los niños y niñas manipulen pólvora. Ojo, jamás es inofensiva, una vez encendida, la pólvora, es ingobernable.

-Compre las que lleven certificación de calidad. Si se usan de años anteriores, asegurarse que estén en buen estado.

-No recargue el árbol navideño con adornos eléctricos porque podrían provocar incendios.

-Siempre apague las luces de su pino al salir o antes de ir a dormir.

-Desconecte la corriente del automático y el artefacto que está en contacto con la persona antes de tocarla.

-Si no puede cortar la corriente, pararse sobre algo de madera o de goma y usar el mango de una escoba -nunca nada metálico- para separar a la persona del elemento que está generando la electrocución.

-Luego, envolver la extremidad afectada con un paño limpio, para así trasladarla inmediatamente al centro asistencial. J