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La triste Navidad de familia tras el derrumbe de su casa

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Al final de la escalera Carmen, que conduce la quebrada Los Placeres, ubicada en el cerro del mismo nombre, se puede ver un grupo de porteños que sudan la gota gorda retirando, palos, escombros y planchas de zinc. A la orilla, se ve a Evelyn Herrera, que con un vaso de té trata de mantener distraídos a sus hijos, mientras aún está shockeada por el derrumbe de su casa, lo que actualmente los tiene damnificados a menos de una semana de Navidad.

Eran alrededor de las 13.00 horas del sábado pasado cuando Evelyn estaba en su casa, junto a dos amigos y cuatro de sus cinco hijos. De manera inexplicable y sin que nadie pudiera reaccionar a tiempo, la casa rodó hacia abajo siguiendo la pendiente de la quebrada cayendo a los pocos metros, y arrastrando a los residentes que se encontraban al interior, quienes salieron disparados con el golpe. Evelyn cuenta que sus recuerdos del accidente son borrosos, pero fue muy violento el movimiento. "La verdad, no lo tengo muy claro. Lo único que te puedo decir es que fue un verdadero terremoto", recuerda.

Inmediatamente después del inexplicable accidente, Evelyn trató de reponerse para revisar el estado en que quedaron sus hijos, quienes yacían entremedio de unos pedazos de madera. "Me vi tapada con un par de paredes, otras paredes debajo y sintiendo la necesidad de levantar la pared que estaba abajo mío y donde se encontraban tres de mis hijos", señala y agrega que el impacto fue algo que nunca había sentido antes. "En ese momento estábamos cuatro de mis hijos, dos amigos y yo. La verdad fue como que a la casa la hubiera chocado un camión, lo único que sentí fue un tirón y después vi mis pies en el aire", aclara.

Producto del fuerte golpe, Evelyn y sus dos amigos tuvieron que ir al hospital Van Buren para revisar sus lesiones, las que eran de menor cuantía y resultó poli contusa. De milagro, sus hijos resultaron ilesos tras el derrumbe. "Nada grave gracias a Dios. Simplemente la destrucción total, pero estamos todos bien", aclara

¿QUÉ PASÓ?

Respecto de las razones del desplome de la vivienda, aún no se ha determinado la causa exacta y entre los vecinos hay varias teorías para explicar lo sucedido. "Por lo que me han dicho, ni siquiera cedieron los cimientos sino que la casa se corrió. Todos dicen que tembló cerca de esas horas, pero yo no tengo idea. Los cimientos están intactos, la casa pasó por sobre los cimientos", cuenta Evelyn y agrega que con el brusco movimiento, cedió el segundo piso. "Lo que pasa es que estas paredes no son pesadas y lo que era el segundo piso, eso es lo que cayó sobre nosotros", explica la porteña y advierte que en los casi diez años que ha vivido en esa casa, jamás había tenido ningún tipo de problemas de daños estructurales o fatiga de material, por lo tanto sigue siendo una interrogante el porqué del curioso accidente. "Si tú ves, ahora es pura astilla. Como te digo cuando todos vieron abajo me dicen que los cimientos no cedieron, fue la casa entera la que cedió, tal vez pudo haber sido el suelo", dice.

damnificados

Evelyn vivía en la casa junto a sus cinco hijos, de 10, 13, 15, 16 y 17 años, quienes no tienen donde vivir y producto del accidente quedaron damnificados. La primera noche enviaron a los dos niños más pequeños de la familia a que pernoctaran en la casa de una vecina que ofreció su techo, mientras el resto de la familia acampó en el terreno de su casa destruida para cuidar sus pertenencias y lo que se pueda rescatar de los escombros de su hogar. "Lo único que yo veo que se puede salvar es ropa, porque lo que son los aparatos eléctricos, ya no sirven para nada", cuenta Evelyn y agrega que también perdió un dinero que tenía guardado para comprar los regalos de navidad, que era una suma de $140.000 que aún no ha aparecido.

Hasta el lugar llegó gente de la municipalidad de Valparaíso para revisar la situación y conversar con los afectados. Al momento de la visita de los funcionarios del municipio porteño, no se encontraba la madre, pues producto del accidente, estaba en el hospital por sus lesiones y un desmayo que sufrió por el impacto de lo ocurrido. Al no estar presente la madre, conversaron con María Isabel, la hija mayor de la familia a quien le hicieron entrega de colchones, frazadas y una canasta familiar para que puedan descansar de manera más cómoda ante la lamentable situación. "Con la cosa de la vivienda nos dijeron que no podían hacer nada, porque en esos momentos no teníamos los papeles de la casa y no podían hacer nada más", cuenta la menor.

Respecto de esto, Evelyn explica que el terreno pertenece a su ex suegra, y por lo pronto ha tenido problemas para conseguir el documento que acredite eso, así que hasta el momento el futuro de su familia es incierto. "Realmente yo no sé que vamos a hacer, realmente no lo sé", indica la afectada mujer, mientras a su lado los vecinos ayudan a despejar el lugar.