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Cartas al Polo Norte: en el buzón del Pascuero

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Un joven voluntario revuelve y saca correspondencia. Junto a sus movimientos, la suave brisa marina viene acompañada de una carta que revolotea por los aires hasta posarse sobre el frío suelo en la sucursal de Correos Chile, en Valparaíso.

Al recojerla, no es una hoja cuadriculada de cuaderno cualquiera. En ella, la página, se aprecian cuatro dibujos, uno en forma de regalo en la esquina superior izquierda (si se mira de frente), y otros tres coloridos bosquejos en la parte inferior donde destaca un vivaz pino. En el medio, la misiva: 12 líneas dirigidas hasta el distante polo Norte, precisamente al único ser capaz de regalar sonrisas -y más- la noche del esperado 25 de diciembre.

Dice, ojo: "Querido Viejito Pascuero: mi nombre es Julisa. Tengo 11 años y una hermanita de 9 meses. Se llama Maite, vivimos con mi abuelita. Mis papás están separados y mi mami está sin trabajo, y por ese motivo no nos puede hacer una cena navideña. Por eso le escribo esta carta, para poder pedirte esta ayuda a mí y mi hermana. Y si nos puede darnos unos regalitos para mí y mi hermanita. Gracias por todo Viejito Pascuero. Un gran abrazo y un beso de mi parte y mi hermana".

Cecilia Tortorello es de Cerro Alegre. Ella, junto a una amiga, quieren cumplir un deseo ya con la sapiencia que otorgan los años: brindar una cena familiar a quien de verdad lo necesite. Leen carta por carta. "Siempre he tenido ganas de ayudar, pero mi situación económica me restringe un poco".

Su yunta, quien omite nombre, le llama la atención algo, muchos niños ya no piden objetos de primera necesidad, pese a la dirección de los remitentes. "Solo quieren cosas materiales. Algunas banales".

Los Regalones

Dos recipientes en Correos de Chile ya tienen una considerable cantidad de cartas. Quedan casi dos semanas para Navidad, la fiesta de fiestas de los niños (y los no tanto) en el mundo. Y la V Región.

En un sondeo a varias correspondencias, la mayoría de los menores ya no les miman los peluches ni juguetes, como bien expresaba la amiga de la señora Tortorello. Hoy, el imaginario infantil abraza lo tecnológico. Tablet, Wii, celulares, son los objetos del deseo. Aquellos que sacan aplausos en manitas.

Ya hojeando a fondo, también destacan singulares pedidos. Por ejemplo, los guantes autografiados de Claudio Bravo. Si es por inventiva, un unicornio bien pudiera poner en aprietos al 'barbón de rojo'.

La familia Verdugo Moreno está acostumbrada a dar por vocación. En los incendios y desgracias, su presencia es obligatoria. Como buenos profesores, lo suyo pasa por las enseñanzas. Por eso quieren apadrinar una cena. La Noche Vieja. "Primera vez que lo haremos. Queremos enfocarnos en un niño que desee implementos deportivos, pero lo importante es el gesto. Ayudar", acotan.

En el siglo XIX, Charles Dickens supo mejor que nadie plasmar en una novela corta titulada 'Cuento de Navidad', el real sentido del espíritu festivo en medio de la lúgubre época victoriana inglesa. Su pluma, un portento en defensa de los desposeídos, aquellos castigados por la sociedad, iba a la vena. "Por la injusticia social", acuñaba.

Otra carta emerge. En su caligrafía se palpa esfuerzo. Dedicación. A leer:

"Hola Viejito Pascuero: Yo soy José Carlos. Tengo seis años y tengo dos hermanitos más. La Danya y el Yerry. Mi hermanita tiene 8 años y el Yerry tiene 2 añitos nada más.

La Danya pasó de curso a tercero básico y mi hermanito Yerry va al jardín. Yo pasé a primero básico.

Mi papito no está con nosotros. Él está en la cárcel. Yo lo extraño mucho a él, se llama José, como yo. Mi mamita me cuida y también trabaja vendiendo ropita o sopaipilla por la calle. Me gustaría que mi papito volviera pronto, pero no puede. Yo lo amo. Mucho. A mi mamita también porque ella nos cuida mucho. Nosotros vamos siempre a ver a mi papito. Por eso, yo te pido unos regalitos para mí y mi hermano. Yo quiero un Wii o un Play Z o cualquier cosita. A mi hermana un Tablet o celular, y a mi hermanito un triciclo.

También quiero una cena para Navidad para todos. Gracias y le deseo una linda Navidad", narra.

a preparar la bota

Gloria Jury, es la jefa regional de Correos de Chile. Para ella, esta fecha es especial. Su sonrisa la delata. "Sí, es que se trata de un bonito mes. Recién estamos comenzando la campaña navideña". De hecho, hace unas semanas, dieron el vamos al tema junto al alcalde porteño Jorge Castro. Laguna, localizado en Placeres, es el jardín infantil de la Junji apadrinado. Incluso los primeros en depositar las cartas para el Santa Claus o Papá Noel, como se lo conoce en otras partes.

Jury aclara que Correos de Chile, de la mano con Gendarmería, se unen cada año para organizar un gran festejo. Este 2015 caerá el día 22 de diciembre.

Para que se haga una idea del alcance que el asunto concierne a los niños, el 2014, de acuerdo a lo señalado por la gerenta regional Quinta Costa de Correos, recibieron, solo en Valparaíso, unas 3500 cartas, aproximadamente.

"Esas misivas acá en Correos las procesamos. Tienen que tener los datos del remitente, fundamental".

También las hay epístolas de una madre. Emotiva, a la fibra del robusto de la barba blanca. "Querido Viejito Pascuero: Hola, te escribo esta carta para desearte una muy buena Navidad, también para todas las personas del mundo. Yo soy Maryorie Canales, soy madre de tres niñitos hermosos, pero lo estoy criando sola. Su padre está en la cárcel por un grave error que cometió. Bueno, yo estoy sacando la cara por mis hijos y esta Navidad espero que pueda darle sus regalitos, ya que se me va a hacer difícil porque no tengo un trabajo fijo. Yo soy vendedora ambulante. Me alcanza para darles su comida todos los días, pero sé que tú me podrías echar una manito en esta Navidad.

PD: Ojalá que alguien me pueda ayudar. Gracias les doy por toda mi familia. Porvenir, Playa Ancha".

Ahora, un problema que a juicio de la jefa regional de Correos se produce es la repetición de las mismas cartas e, incluso, las fotocopias. Pero asimismo recalca las historias, como algunas de las aquí publicadas, que suelen ser emotivas. También llevan a más de una reflexión.

Si usted está interesado en ser voluntario para esta linda causa, debe presentarse en alguna sucursal de Correos, sea en Valparaíso, Viña o San Antonio. De momento, cuentan con cuatro personas, por turno.

En caso de querer apadrinar alguna cena o dejar regalos, Gloria July recomienda que los interesados se lo lleven directamente a la familia.

La carta es breve pero directa, con alma. Textual:

"Hola, me llamo Esteban y tengo 11 años. Pasé de curso a 5 Básico, con muy buenas notas.

Viejito, quería contarle que yo no me encuentro con mi papá. Mi mamita se encuentra cesante, y le escribo esta cartita para pedirle una cena. Ojalá puedas acordarte de mí en una noche tan especial.

Con agradecimiento, te espero. Gracias pascuero".

Hora de almuerzo. Entra una joven a Correos. La hoja le impresiona. "Me pondré barba. El niño merece cena, ser feliz... esa noche. ¡Creer!". J