Un oficio digno de destacar por su nobleza en Navidad, es de quienes trabajan envolviendo los regalitos que con amor entregamos a nuestros seres queridos.
Aparecen en las calles porteñas como verdaderos ayudantes de las y los Viejitos Pascueros. Con unas cuantas cajas de cartón montan una improvisada mesa donde se disponen a armar los paquetitos con rapidez y eficiencia.
Hombre y mujeres que se preparan para éstas fechas con coloridos pliegos de papel y cintas, que guardan los secretos de una ansiosa espera, sobre todo para los regalones de la casa.
Un bien necesario, tomando en cuenta la locura que se desata a fin de año, y que a favor del tiempo, que cada vez se hace más corto, brindan un servicio bueno, bonito y barato.
Además, deben soportar las el calor, el sol, y muchas veces el viento, que más de alguna vez les pasa una mala jugada con sus papeles navideños.
ES UN BUEN TRABAJO
En la entrada del Edificio Cooperativa Vitalicia, ubicado en la Plaza Aníbal Pinto, conocimos a la señora Patricia Montenegro, quien hace 20 años se instala en ese sector a envolver regalos de los transeúntes.
"Ya me he hecho de clientes porque la gente me conoce. Aunque a veces los Carabineros nos piden que nos movamos, pero al menos ésta semana nos han dejado hacer la pega", cuenta Patricia, una porteña empeñosa del Barrio O'Higgins, quien sagradamente trabaja haciendo los paquetes desde el 21 de diciembre hasta hoy.
"Yo partí en esto porque un tiempo estuve sin trabajo, y una amiga me trajo para acá. Así que el resto del año yo trabajo como asesora de hogar. Y en mis tiempos libres, hasta en invierno me entretengo haciendo cartuchos para tenerlos listos cuando llegue la Navidad", asegura.
Y agrega que vale la pena invertir en eso porque se llega a ganar más del doble. Por eso, no hay cuadra del plan de la Ciudad Puerto que no tenga un puestito en la vereda con algún o alguna envolvedora de regalos.
Este sistema también ha sido aplicado por las multitiendas, pero ellos trabajan con organizaciones, como grupos scout o estudiantes que necesiten ganarse unas luquitas para el verano. A toda vista, un trabajo digno y muy útil. J