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Parqueaderos bajo tierra: la larga espera de Viña

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En enero de 2013 la empresa Besalco comenzó las obras para dotar a Viña del Mar de 493 estacionamientos subterráneos en el sector de Plaza Sucre. Para tan grande intervención, debieron implementarse cortes de tránsito y el cierre de calles cruciales para el centro de la ciudad: calle Valparaíso, Viana y todo el sector circundante de la plaza. Pero como el proyecto contemplaba obras por 18 meses y un beneficio directo para los comerciantes y una descongestión vial, el sacrificio parecía justificado.

Sin embargo, a poco andar comenzaron a surgir inconvenientes que fueron retrasando la carta Gantt original lo que sumado a los cierres de calles y el efecto negativo para los residentes y las mermas en las ventas del comercio, terminaron convirtiendo a este proyecto en el emblema de lo indeseable para los viñamarinos.

INSEGURIDAD

Ya en abril de 2013, es decir tres meses desde que comenzaran las obras, los comerciantes de Galería Couve plantearon los nefastos efectos de los trabajos para sus respectivos negocios.

Los comerciantes plantearon que para entonces, sus ventas habían experimentado bajas de cerca del 70% debido a los desvíos de calles y a la instalación de paneles que circundaron las faenas.

"El trabajo debió haberse planificado a través de distintas etapas, con sectorización de las obras, ya que el cierre perimetral pone en peligro tanto a los comerciantes como a los que circulan por el sector. Afecta el acceso en caso de accidente grave o incendio, incluso a los carros de Bomberos y ambulancias", dijo en abril de 2013, Francisco Concha en representación de los comerciantes de la galería.

La queja de los vecinos motivó la presentación de un recurso de protección en la Corte de Apelaciones de Valparaíso y la reacción del municipio que definió mesas de trabajo para buscar mejorar las condiciones para quienes se sentían afectados.

RETRASOS

Pero el mayor problema de esta mega obra han sido los continuos retrasos e incumplimientos en las fechas definidas para el término de los trabajos.

El cronograma oficial contemplaba un plazo de 18 meses lo que significaba que los nuevos parqueaderos estarían listos en julio de 2014 lo que, a la vista de los hechos, no ocurrió.

Luego la propia alcaldesa Virginia Reginato dijo que los estacionamientos concluirían en marzo de 2015, pero no.

Recién en junio de este año y llevando un alivio a los comerciantes, residentes y viñamarinos en general, retornó una relativa normalidad con la apertura de las calles que rodean las Plazas Vergara y Sucre, descongestionando notoriamente las arterias céntricas.

Sin embargo, transcurridos 6 meses desde entonces, los viñamarinos aún no comprenden qué pasa que los estacionamientos no entran en operaciones.

Esta misma inquietud planteó el consejero regional y vicepresidente de la Comisión de Ordenamiento Territorial del Core, Nicolás Gatica, quien calificó de "impresentable" que hasta la fecha y estando la obra terminada, ésta no entre en funcionamiento.

"Dado el contexto del período de fiestas, nos hemos dado cuenta que en el centro de Viña del Mar nuevamente se vive gran congestión vehicular y hoy en día consideramos impresentable que los estacionamientos subterráneos en Plaza Sucre, estando finalizada la obra, aun éstos no estén operativos", manifestó Gatica.

El consejero regional añadió que a la vista de los continuos retrasos que ha enfrentado esta obra desde hace ya 62 meses desde que se adjudicó la propuesta en junio del 2010, el "municipio de Viña del Mar claramente no ha estado a la altura, demostrando falta de gestión y de eficiencia municipal. Frente a este escenario, vamos a solicitar que se haga parte también el Seremi de Vivienda para que esta obra prontamente se reactive, dado que estamos al inicio del período estival".

PÉRDIDAS

Nicolás Gatica recordó también las grandes pérdidas que la ejecución de estas obras ha implicado para el comercio de Viña del Mar, las que, según manifestara en agosto pasado el Presidente de la Cámara de Comercio y Turismo de Viña del Mar, Rodrigo Rozas, han representado un descenso en las ventas cercano al 30%.

DEMANDA

No sólo existe perjuicio para el comercio acotó Gatica, ya que esta obra además termina en medio de peleas y demandas por más de 12 mil millones de pesos en contra de la municipalidad - en julio de este año Besalco demandó al municipio por "incumplimientos contractuales" -, indicando que es un claro ejemplo de cómo no hay que hacer las cosas.

"Recordemos que esto tenía 18 meses de ejecución y a la fecha llevamos más de 62 meses desde la adjudicación de la propuesta y aun estando finalizada la obra no se hace operativa. Esto es impresentable, esto da cuenta de una falta de gestión y hoy necesitamos respuesta clara y contundente ya que se viene el verano y las grandes aglomeraciones de visitantes y queremos que el centro de la ciudad también sea un polo de desarrollo", añadió el consejero regional.

Finalmente, Nicolás Gatica emplazó al municipio de Viña del Mar a entregar fecha de entrada en operación de los estacionamientos y si no les resulta factible proyectar una fecha que soliciten apoyo al Seremi.

Precisó que resulta muy cuestionable que habiéndose abierto el sector de Plaza Sucre en junio pasado aliviando notoriamente la congestión vial del centro, aún no exista claridad respecto de las razones que fundan este nuevo atraso de los esperados estacionamientos subterráneos.

CAMARA DE COMERCIO

Rodrigo Rozas, presidente de la Cámara de Comercio y Turismo de Viña del Mar, reconoció que la apertura de las calles en el entorno de las plazas Vergara y Sucre significó un beneficio y un alivio para el comercio y los viñamarinos, recuperándose poco a poco los clientes habituales que optan por hacer sus compras en esta parte de la ciudad.

Extraoficialmente, Rozas conoció que la obra se encuentra terminada en un 100% y que la entrada en funcionamiento de los estacionamientos estaría programada para febrero de 2016.

"La obra lamentablemente se demoró prácticamente el doble de lo que tenía programado (...) Hubo reuniones en las que se culpabilizaba a la empresa constructora de la demora (...) El sector comercial ve con buenos ojos el término pero no existe una conformidad total porque no se han cumplido los compromisos", admitió Rozas.

Para el representante gremial, en la actualidad existirían temas burocráticos que estarían retrasando la entrada en funciones. Para Rodrigo Rozas, la mayor responsabilidad en los incumplimientos de plazos recaería, a juicio de la Cámara, en la empresa, a la que acusó de falta de previsión y de expertiz en una obra de esta envergadura.