Penoso es reconocer el estado deplorable en que se ha sumido la otrora "Ciudad Jardín", donde improvisación, atropellos y nula administración y control campean de parte de la autoridad municipal. Como sustento de esto, tres ejemplos:

1.- 23 de diciembre, con un tráfago de público y vehicular que desbarataba las calles, a pleno peak horario (14.00 hrs.), por calle Valparaíso irrumpe un camión municipal recolectando basura, con un promedio de 30 minutos por calle, con el consiguiente malestar del público y conductores que dedicaban sus horas a comprar, trasladarse o sencillamente recorrer la ciudad. Si agregamos el hedor y fetidez que dicha acción dejó, estamos ante una postal nada agradable para una ciudad que se dice capital turística.

2.- En estas navidades la ciudad, como nunca, se vio invadida de comercio ambulante, sin regulación alguna y menos aún control municipal; comerciantes invadieron todos los espacios posibles en calle Valparaíso, calle Quillota, 15 Norte con Libertad, ferias del estero y Gómez Carreño, etcétera, vociferando venta de fuegos de artificio prohibidos, a vista y paciencia de quienes están llamados a ejercer control sobre estros excesos.

3.- Por último, al caminar sus calles después de las 21.00 horas, en tiempo de estas fiestas de luz, meditación y algarabía, nos encontramos con una ciudad opaca, sin adornos, luces ni estímulos emocionales para los vecinos y turistas, lo que habla de un desinterés sumo por el bienestar espiritual de los viñamarinos.

Podrán haber cientos de explicaciones: que no hubo acuerdo con el Concejo, que hay otras prioridades, en fin, pero lo concreto es que la ciudad, en estas fiestas, se vio acometida por el desinterés, la indiferencia y la mala administración.

Fernando Moraga Alvarez

Corporación Valentín Letelier