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Llegaron los tiburones mako a la Caleta Portales

Pero no se asuste, porque están muy lejos de la orilla, y el kilo de carne se está vendiendo barata.
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Nicole Valverde S.

"El pez es el único animal que crece después de muerto", dice uno de los refranes más respetables del noble y sacrificado oficio de la pesca artesanal. Y es que los hombres de mar de la Caleta Portales, por estos días se han visto bendecidos con una corriente de aguas cálidas que trajo hasta la bahía porteña a los tiburones mako. Hermosos y carnosos peces que vienen como anillo al dedo en los tiempos de vacas flacas.

Además, este es un acontecimiento poco común en Valparaíso, que dura una pequeña temporada, y que les da mucho trabajo a los pescadores. Porque no cualquiera tiene la fuerza y la valentía para adentrase a la mar a más de 20 millas, y pescar con anzuelo a estos tiburones, que no son caza fácil, porque son fuertes, bravos y sí que dan la pelea.

"En ésta época vienen temperaturas de afuera, y agarran la corriente que vienen del Ecuador. Pero por aquí pasa una cola no más, y hace que el agua se ponga más cálida y ahí vienen los tiburones, entre otros animales", explica don Luis Labbé, un pescador antiguo de tomo y lomo, que se encontraba desenredando las redes, tras la agotadora jornada en alta mar.

Rico y barato

Don Luis dice que cada uno de estos tiburones mako puede llegar a pesar unos 18 kilos, e incluso más. "Tiene una carne rica y sin espinas. Yo lo preparo sin batido, porque no es necesario hacerlo frito, así a la pura mantequilla o al horno. Y antes, hay que dejarlo en agua reposando para que bote una gelatina natural. Acá nos dan poca plata por el kilo. Los mismos comerciantes lo compran hasta por $1.300 pesos. Y después lo venden hasta por 4 lucas y dicen que es albacorilla. La gente tiene que aprender a comer pescado", dice.

2 mil pesos, por kilo de carne piden en la Caleta Portales. Aunque los comerciantes lo suben.

Los turistas argentinos son secos para el ostión y las machas

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En los puestos de venta de mariscos de la Caleta Portales, los comerciantes aseguran que los turistas argentinos que ya se están dejando ver en las zonas costeras de la región de Valparaíso, son secos para los mariscos. Pero sus preferidos son el ostión y las machas. Y en cuanto a los pescados, les gusta harto el salmón.

Así lo constatamos en el puesto número 11, "Los Delfines", atendido por don Luis Muñoz y su familia, donde los precios fluctúan. El ostión está a 4 mil pesos la docena. Y la macha a 4 mil pesos el kilo.

"Están un poco más caras porque después del Año Nuevo los buzos se toman unos días de descanso y hay escasez. Trabajan pocos y la demanda es mucha", dijo.

Municipio porteño cierra temporalmente la calle Molina

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Dado el deterioro de la calle Molina, la Municipalidad de Valparaíso inició este miércoles las obras de mejoramiento del pavimento en el tramo de las calles Condell y Aldunate.

El Programa Municipal de Bacheo que consiste en la reparación de eventos, comenzó a ejecutarse en la calle Molina este miércoles 06 de enero por lo que la calle permanecerá cerrada hasta el jueves 07 de enero cuando culminen los trabajos. El alcalde de Valparaíso, Jorge Castro, hace un llamado a la comprensión de automovilistas y transeúntes, ya que por estos días se estará trabajando en estas obras de bacheo en calle Molina que causarán algunas molestias a la población. "Solicitamos a nuestros vecinos un poco de paciencia, todas estas obras son para mejorar el buen tránsito de nuestras arterias. Aquí estamos haciendo un gran esfuerzo con un equipo municipal para subsanar los graves problemas de hoyos que presentan las calles porteñas, hemos intervenido las Ecuador y Ferrari, ahora es el turno de Molina, donde con asfalto caliente corregiremos las complicaciones de esta vía".

De acuerdo a lo expresado por el director de Operaciones del municipio porteño, Eduardo Vilches, "a las siete de la mañana iniciamos el movimiento con personal y maquinaria municipal. Para ello se realizó una coordinación previa con diversos servicios municipales como ´Tránsito, Asistencia Técnica, entre otros, y también con los vecinos del sector y el Club Naval cuyos estacionamientos se ubican en la calle intervenida. Pese a que este tipo de reparaciones son responsabilidad del Serviu, el municipio porteño asumió la reparación dado el deterioro de la calle".