Priscilla Barrera Llanos
Una vez más el ministro de Obras Públicas Alberto Undurraga encabezó uno de los hitos en la restauración del emblemático Muelle Vergara de Viña del Mar, proyecto iniciado hace más de un año y que ya presenta un 47% de avance.
Esta vez con ocasión de la reinstalación de la remozada grúa que volverá a estar visible en toda su dimensión a fines de febrero.
Tras destacar el carácter histórico del muelle, Undurraga resaltó el avance que registran las obras de restauración y precisó que los aumentos de presupuesto en relación al proyecto original - más de mil millones extra- suelen producirse en proyectos de esta envergadura y representa una situación que calificó de normal.
"En general las obras, no sólo ésta sino que las distintas obras se basan en diseños iniciales y esos diseños, al momento de implementarlos, tienen algunos ajustes que tienen que ser aprobados por el inspector fiscal de la obra y antes debidamente aprobados por la asesoría de inspección fiscal, que es una empresa que especialmente contratamos para la revisión de obra, y se enmarca que nos puede subir el presupuesto de un 30 o un 35% dependiendo la obra, y por lo tanto es algo normal en el conjunto de obras que hacemos", precisó Undurraga.
Histórico
Pero para Undurraga el aumento de presupuesto no es tema. El secretario de Estado quiso poner el énfasis en el estado de avance de este proyecto y lo que representa la recuperación del Muelle para la comuna de Viña del Mar.
"Yo no pondría ahí (en el presupuesto) el acento, sí pondría el acento en que llevamos un 47% de avance y que estamos recuperando para Viña algo que es parte de su historia", reiteró Undurraga y recordó el carácter industrial de la ciudad hacia fines del siglo XIX.
Marejadas
Trabajadores con chalecos salvavidas trabajan en la cubierta del muelle. Medida de seguridad básica para los cerca de 100 trabajadores que han estado participando en las distintas etapas de la restauración del Muelle Vergara, pero especialmente durante las semanas en que las fuertes marejadas se han manifestado con gran intensidad, tal como se prevé (ver nota en página 3) que ocurra a contar de este jueves.
"Cuando se producen las marejadas y las olas azotan el muelle se percibe como un temblor grado 4 a 5 para quien está sobre la cubierta. Por eso es obligatorio el uso de chaleco salvavidas", precisó un trabajador que ayer participaba de las obras para reinstalar la remozada grúa del muelle.
Sin embargo y a pesar de la intensidad de las marejas, el ministro Undurraga informó que el proyecto no registra retrasos en su cronograma inicial y que si éstos se produjeron, se han ido recuperando.
"Las marejadas tienen más bien un efecto en la seguridad en las personas del borde costero, pero respecto a la obra, son dos o tres días en que se abandona la obra para después seguir y por lo tanto el efecto no es significativo", comentó el secretario de Estado.
Sin embargo, el administrador de la obra, Gastón Penna reconoció que la mayor complejidad en el desarrollo de este proyecto ha sido justamente el clima y las marejadas.
"La mayor dificultad que hemos tenido acá ha sido el clima, las marejadas que está haciendo un poco más fuerte y un poco más prolongada para nosotros y eso nos está retrasando lo mismo que algunos trabajos que han debido ser suspendidos como pintura y soldadura", explicó el administrador de la obra.
10 toneladas
En medio del inicio de un nuevo episodio de marejadas, ayer regresó la remozada grúa que otorga su sello característico al Muelle Vergara.
Se instalaron las bases de la grúa para posteriormente dar paso a la instalación de la grúa propiamente tal.
El ministro Undurraga destacó que se trata de la misma pieza histórica que se encontraba en el muelle original
"Esta pieza es exactamente la misma pieza que estaba, es la original, sin embargo lo que pesaba 7 toneladas cuando lo sacamos, hoy pieza 10 toneladas porque en la restauración hubo que recuperar un conjunto de partes que no estaban en buenas condiciones", destacó el ministro.
Intercambio de cascos
Algo inusual en este tipo de proyectos fue lo que ocurrió ayer en plena faena cuando el ministro Undurraga quiso rendir homenaje a los trabajadores, intercambiando su casco con el de Juan Díaz Riquelme, un maestro carpintero con más de 5 años de antigüedad en Besalco y más de 20 en su oficio.
"Es muy bonito el gesto, y es un reconocimiento no sólo para mí, sino que para todos mis compañeros", comentó don Juan.
El secretario de Estado manifestó que con los casi 130 años de historia del ministerio que encabeza son miles los trabajadores que han participado de emblemáticos proyectos, y nunca ha existido un reconocimiento para ellos.
"Desde hace unos 20 meses empezamos esta sencilla ceremonia que es el intercambio de cascos y este intercambio es un homenaje a los trabajadores que se hace dos veces: aquí en la obra y luego en el ministerio", destacó Undurraga.
Igual o más emocionado que su padre estaba Juan Carlos Díaz Hermosilla, hijo de Juan Díaz y a sus cortos 23 años ya trabajando como secretario técnico en la obra.
"Me siento muy orgulloso de él, de que él sea mi padre, que sea un hombre de sacrificio y gracias a él soy lo que soy. Me emociona muchísimo", confidenció Juan Carlos quien está concluyendo sus estudios técnicos.