El policlínico de los libros
Nocturno Hindú
¿Podemos realmente viajar al otro lado del mundo? Físicamente sí, están los aviones, los cruceros, los paquetes turísticos en promoción. Mientras tengamos dinero, el mundo entero cabe aparentemente en nuestro bolsillo. Ahora, si uno modifica la pregunta y dice: ¿si viajamos al otro lado del mundo, podremos comprender el lugar al que llegamos? Y la respuesta entonces ya no parece tan clara.
"Nocturno hindú" del inmenso Antonio Tabucchi (1943-2012) narra uno de estos viajes. El protagonista llega a la India a buscar a un viejo amigo que se ha extraviado o se ha dejado extraviar en aquel inmenso y enigmático subcontinente. Al poco andar, el protagonista también se pierde, no porque no sepa donde se encuentra, sino porque lo que ve habita un espacio que está mucho más lejos de las creencias y opiniones del viajero; hay un abismo entre él y cada persona que frecuenta, entre cada paisaje. Un abismo que a medida que se adentra en aquel continente secreto se va haciendo cada vez más amplio, más insalvable.
¿Qué hacemos dentro de estos cuerpos? le pregunta un desconocido al viajero en medio de una habitación en penumbras, donde ninguno de los dos le ha visto la cara al otro. El viajero sugiere una respuesta: es el viaje de las almas, ocultas dentro de los cuerpos, yendo de un destino a otro. Viajando, sí, pero sin saber lo que encontrarán al final del camino.
En ese sentido, "Nocturno Hindú" parece decirnos todo el tiempo: el misterio de la vida es personal. Es imposible un reencuentro entre los viejos amigos. El país es gigantesco, infinito y las pistas que los unen son muy tenues, pistas afantasmadas, que suelen llevar a callejones sin salida o a mundos paradisíacos o infernales, cuya sola contemplación hace que el viajero corra el peligro de perder la memoria.
El libro avanza (o se queda estancado), entre un misterio y otro. En la soledad de la propia vida que ofuscada como está por ella misma, se le hace imposible salir al encuentro de los demás. El viajero se desplaza, casi como si flotase, por encima de un mundo que no comprende, en busca de su amigo, ese otro viajero que lo antecede y que es un faro, una luz que lo guía en medio de las tinieblas, y que, a la vez, opera solamente como una mera excusa, una razón válida a la cual asirse para abandonar el hogar y adentrarse -sin esperanza, sin desesperación- en lo desconocido, en lo que está más allá de nuestra comprensión, y que sin embargo, vive siempre, perfecto e inagotable.
"El libro avanza (o se queda estancado), entre un misterio y otro. En la soledad de la propia vida".
Nombre: "Nocturno hindú".
EDITORIAL: Anagrama.
precios: $8.030.