Manuel Gómez Poblete

Fue el partido que todos querían ver -en la liguilla de la primera rueda- pero que por la sorpresiva eliminación de los jugadores de la Araucanía a manos de La Serena, quedó pospuesto para una nueva oportunidad.

Deportes Temuco y Everton, ahora por la segunda fecha de la rueda de revanchas en la Primera B, se verán hoy las caras en el Estadio Germán Becker, en un pleito que puede resultar clave para las aspiraciones de ambos cuadros por alcanzar el primer cupo directo de ascenso al fútbol grande... a través de la tabla anual o acumulada.

En ese computo, Temuco es el sólido líder con 37 puntos, todo producto de 11 triunfos, 4 empates y tan solo una derrota... la del 11 de agosto pasado en Sausalito, ocasión en la que Everton se impuso por 2 a 0. Y tras el cuadro del Ñielol asoma precisamente Everton, que con 28 unidades, comparte ubicaciones con Cobreloa.

Aquellos 9 puntos que separan a Temuco de Everton, son los que desde el lado viñamarino... quieren acortar. Y es por ello que los pupilos de Víctor Rivero saldrán hoy -desde las 19.00 horas- con sus mejores elementos, salvo por las bajas de Gabriel Díaz (castigado por una fecha) y del lesionado Nicolás Peñailillo.

Los tres jugadores oro y cielo que no estuvieron ante Magallanes (y que mucho se echaron de menos) deberían ser hoy de la partida, por lo que Everton recuperará una buena dosis de experiencia en su alineación titular, factor a todas luces clave en un partido que, a priori, asoma como imperdible para todos los seguidores del fútbol del ascenso... salvo para los encargados del CDF que prefirieron trasmitir el duelo entre San Felipe y Coquimbo, que se jugará en Maipú.

Los equipos

De acuerdo a los trabajos realizados en la semana, los viñamarinos deberían alinear con Claudio González en el arco; Alvaro Madrid, Felipe Salinas, Marcos Velásquez y Nicolás Suárez (Douglas Estay) en defensa; Jordano Cisterna (Gino Alucema), Alejandro Carrasco, Fernando Saavedra y Sebastián González en la zona media; para dejar en ofensiva a Rafael Viotti y José Luis Muñoz. Completaron la delegación ruletera los jugadores Dalsasso, Contreras, Ramírez, Ceratto y Concistre.

El local, Deportes Temuco, también tiene un par de bajas obligadas: Sebastián Domínguez, que cumplirá con su segunda y última fecha de castigo, y Mario Pardo, lesionado. De este modo, Luis Landeros mandaría a la cancha a José Luis Gamonal; Jaime Soto, Cristián González, Miguel Aceval y Orlando Gutiérrez; Arturo Sanhueza, Sebastián Díaz y Cristián Canío; Francisco Piña, Sergio Comba y Cris Martínez.

Para cualquier eventualidad, el técnico local dispondrá en el banco de sus últimos refuerzos, Matías Campos López (ex Audax) y Javier Bustos, que viene de Concepción.

Más allá de los puntos y de la parte deportiva, ayer en Playa Ancha el foco estaba en la dirigencia y las medidas que han adoptado en las últimas semanas para ordenar las finanzas y poder equilibrar las platas que entran y salen del club. Pero los despidos a nivel administrativo no bastaron y el jueves, a un día del partido con San Luis, se llamó a reunión a 5 jugadores para informales una opción de pago, que consideraba el cuoteo de un porcentaje de sus remuneraciones. Nadie de los citados aceptó la fórmula y llegaron a entrenar a Mantagua, informándole al Dt de la reunión. Allí se habló hasta de la renuncia de Arias.

"No es verdad que haya puesto mi renuncia en la mesa, estoy muy feliz acá; estamos ganando, pero sí creo que alguien debe ayudar un poco más desde afuera", explicó el técnico Alfredo Arias, quien cree que lo deportivo está ayudando a disimular los problemas financieros que son casi como una bomba atómica.

"Es como si un barco tuviese que pasar una tormenta; si la pasa, seguro que el capitán y los marineros van a salir fortalecidos. Yo creo que estamos en una situación difícil y espero que quienes dirigen el barco nos lleven a buen puerto", reflexionó con franqueza el DT.

Lafrentz no habla

El presidente Jorge Lafrentz, quien debería ser el portavoz de la situación actual del club, llegó ya iniciado el encuentro y se marchó sin hacer declaraciones.