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Feria del Libro tuvo que cerrar antes por la lluvia

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Debido a las inusuales condiciones climáticas que desde la madrugada de este domingo 24 afectan a la Región de Valparaíso, la 34ª Feria Internacional del Libro de Viña del Mar optó por no abrir sus puertas en su última jornada de funcionamiento. La Cámara Chilena del Libro, organizadora del evento, tomó la decisión luego de las fuertes precipitaciones que el fin de semana cayeron sobre Viña del Mar y que impidieron que el recinto siguiera funcionando en óptimas condiciones para el público. Los organizadores lamentaron la medida, pero agradecieron la comprensión del público, autores, artistas invitados y expositores. "Las negativas condiciones climáticas llevaron a adelantar el cierre de la feria, concluyendo así la versión de este año", explicó la Cámara desde un comunicado.

Por rescatar a bañista porfiado casi se ahoga él

Francisco Roblero lleva 15 años trabajando en Caleta Abarca. Y si no es por su experiencia, el mar se lo lleva por la imprudencia de un veraneante.
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Cinthia Matus O.

Un sujeto de 35 años aproximadamente, al que para efectos de esta crónica identificaremos como "bañista imprudente", tuvo con los nervios de punta a todos los salvavidas de Caleta Abarca. Especialmente a Francisco Roblero, quien con 15 años de experiencia, sospechaba que algo malo iba a pasar apenas vio su comportamiento en la playa.

De acuerdo a su relato, todo comenzó cuando el individuo hacía caso omiso a las advertencias que le entregaba cada vez que se adentraba al mar . "Estuvimos todo el día diciéndole que tuviera cuidado. Le tocábamos el silbato, pero él iba, se tiraba un piquero, nadaba un poco, se salía y después volvía a tirarse otro piquero hasta que no pudo salir más", explica Francisco.

Entonces, el salvavidas tuvo que sacarse la chaqueta y partir corriendo a rescatarlo. "Cuando lo vi complicado en la orilla, pidiendo ayuda desesperado, no pensé en nada más y fui a salvarlo. Eran como las 18.30 horas ya y comenzaron a salir muchas olas. Cuando estaba tratando de sacarlo, la rompiente nos llevó hasta las rocas y yo estaba muy preocupado porque en estas condiciones, el mar puede tirar a las personas unos 5 ó 10 metros más allá", detalla el joven que vive en Achupallas.

Olas de 4 metros

En las rocas, el bañista imprudente junto al salvavidas luchaban por salvarse. En tanto, el resto de los rescatistas trataban de meterse al mar, pero con sus flotadores era imposible. "En ese momento deben haber salido unas 20 olas de unos 4 metros de altura cada una. Mis compañeros querían ayudarnos, pero por los flotadores, las olas no los dejaban entrar. Tampoco al bote salvavidas de la Armada que quería llegar hasta dónde estábamos y que casi se volcó. Las olas tenían mucha fuerza", recuerda Roblero.

La situación se hacía cada vez más extrema y el salvavidas tuvo que actuar por sí solo. Ya no le quedaban muchas fuerzas, pero era hacer algo o... morir ahogado. "Como ya no podíamos recibir ayuda, lo primero que hice fue llevar a la persona más adentro del mar y salir de la rompiente porque sino lo íbamos a pasar muy mal. Costó harto porque las olas rompían con fuerza, pero cuando al fin salimos de la rompiente, el bote se pudo acercar, tirarnos un flotador y una cuerda y salvarnos. Para mí fueron 15 minutos eternos", manifestó. Luego ambos llegaron a la orilla de la playa, agotadísimos. "Toda la playa empezó a aplaudir agradeciendo lo que había hecho y yo me sentí pagado. La persona también y eso fue muy motivante para mí, porque finalmente para eso estoy, para salvar vidas", aseguró Francisco, que sigue trabajando en el balneario como si nada hubiera pasado.

Llamado a la precaución

Francisco señala que la gente poco le hace caso y que se arriesga creyendo que el mar es cualquier cosa. "La gente es súper imprudente con las marejadas porque sabiendo, igual se baña y en cualquier momento sube la marea. Cuando eso pasa, nosotros al tiro pensamos que se va a llevar a varios y ahí tenemos que actuar. La gente no toma conciencia, es temeraria y no le hace caso al salvavidas. Pido que nos tomen en cuenta nuestras advertencias y que cuiden sus vidas", aseveró.

Metro no podía llegar al Puerto por falla eléctrica

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Una falla en el sistema de catenaria, en el sector de Portales y que impedía una correcta alimentación energética de sus trenes, obligó a que Metro Valparaíso suspendiera su recorrido que comprende el tramo de las estaciones Puerto y Miramar. De esta manera, el servicio sólo debió operar entre las 09.15 y las 14.10 horas en el tramo comprendido entre las estaciones Limache y Miramar. "Debido a esta situación la empresa activó sus protocolos de seguridad, que implicaron la asistencia en terreno de personal técnico interno y de Siemens para solucionar la contingencia. Este proceso implicó la realización de pruebas de energización y respuesta al paso del material rodante, con el fin de asegurar que el servicio pudiese operar bajo los estándares habituales, lo que se logró tras cuatro horas de intenso trabajo, retomándose la operación en el tramo Miramar-Puerto", informó la empresa.

Si bien en un principio los usuarios pensaron que la falla fue producto de las marejadas que han estado afectando a la zona, el asunto es materia de investigación.