Desquiciado asesina de un disparo a joven argentino
Desconocido empezó a hostigarlo con palabras ofensivas hasta que sacó una pistola y le disparó.
Un tipo de cabello largo y que viste completamente de negro, se pasea una y otra vez por la calle Arturo Prat de Recreo. Al mismo tiempo, a la altura del condominio Santa Juana, el argentino Pablo Villabona (22), que se ha nacionalizado chileno, carga una camioneta con muebles y electrodomésticos para irse a vivir a Curauma.
De acuerdo a los antecedentes, ambos no se conocen ni se ubican, pero es evidente que no se agradan de presencia. Esto queda de manifiesto cuando Pablo, ya muy molesto, encara al sujeto porque lo está observando más de la cuenta. "¿Qué mirás?" le pregunta ofuscado, iniciándose un caluroso diálogo.
- Nada, perkin - responde el individuo, en tono burlesco.
- Ya, vete y déjanos en paz - le pide Pablo, que está acompañado de su hermana mayor y algunos amigos.
- Mandoneado- sigue el de pelo largo.
Pablo decide no tomarlo más en cuenta, pero el individuo, que posteriormente es identificado con las iniciales F.I.C.P. (24), sigue hostigándolo. "Si te crees tan choro ven a la esquina y arreglemos esto, poh", le grita desafiándolo y haciéndole gestos.
Pablo no resiste la provocación y rápidamente se dirige hasta la intersección de Diego Portales, en donde se encuentra ubicado un local de sushi. Sin embargo, antes de que pueda decirle algo, el sujeto de pelo largo extrae un arma de fuego y le dispara en el abdomen. Pablo cae al suelo y se queja de dolor.
Disparo mortal
La hermana grita desesperada y el padre, que vive al frente del condominio junto a su pareja y dos hijos pequeños, sale corriendo para averiguar qué está pasando. Ni se imagina lo que acaba de suceder.
"Mi hijo estaba tendido en el suelo y apenas me vio, me dijo: 'Papá, me dieron un tiro'. De ahí pedí ayuda para que llamaran a una ambulancia, pero una señora de acá que es médico lo llevó junto a su marido hasta el hospital Gustavo Fricke", relató visiblemente afectado.
Tras efectuar el disparo, el extraño de pelo largo huyó por la calle Diego Portales, en dirección al oriente y todos lo perdieron de vista. No obstante, los vecinos lograron reconocerlo. "Es medio raro, no es de confiar, es extraño y siempre anda de negro. Parece que tiene problemas mentales", comentaron algunos que declinaron identificarse por temor a represalias.
Pablo es internado en el hospital y la familia ruega por un milagro. Su padre, en tanto, trata de buscar una explicación a lo acontecido. "Estaba cargando la camioneta, fue cosa de segundos... un intercambio de palabras y él salió detrás hasta que el chico le pegó un tiro. No sabemos nada, sólo lo que dicen amigos y que (el sujeto) estaba en el mirador diciéndole cosas, mirándolo feo. Ese mirador se presta para muchas cosas últimamente", declara.
El barrio queda totalmente consternado ya que Pablo era un residente muy querido. De hecho, llevaba 13 años viviendo en el sector. "Éste era un barrio tranquilo, nunca pasaba nada, pero bueno... ahora mataron a este joven y nos sentimos desprotegidos", consignaron locatarios. "Pudo ser cualquiera, pero nos tocó a nosotros. Mi hijo vivía con la hermana más grande y nos estábamos cambiando porque nos íbamos a mudar a una casa grande en Curauma. Yo vivo al frente y ellos solos en el departamento", afirma el padre, tratando de calmarse.
El pronóstico del joven es grave: herida a bala en región costal izquierdo, con riesgo vital. Las horas pasan y alrededor de la 01.00 de la mañana, Pablo fallece. "Mi hijo era un buen chico, estaba trabajando conmigo porque abandonó su carrera para ayudarme en mi restorán, en mi empresa de venta, era mi mano derecha. No lo puedo aceptar", expresa el padre con lágrimas en sus ojos.
Se entregó
Respecto al autor del disparo, trascendió que se entregó horas después. "Posteriormente, alrededor de las 10.00 de la mañana, efectúa un llamado al teléfono al cuadrante señalando que él había sido el autor del homicidio de un joven en la noche anterior, dando su ubicación. Concurrió personal al domicilio y el joven de 24 años se entregó. Mantenía el arma debidamente inscrita, pero no tenía permiso para porte", señaló el teniente coronel Mario Ramírez Leal, subprefecto de los servicios de la Prefectura de Viña del Mar. En relación al disparo, el subprefecto indicó que el autor confeso lo había hecho porque "pensaba que lo iban a asaltar". Pero todo eso lo está investigando la fiscalía con la Brigada de Homicidios de la PDI.
El sujeto quedó detenido por homicidio y tenencia ilegal de arma de fuego, ya que además, en su domicilio se le encontró otra arma y una planta de marihuana. Este jueves a las 11.00 de la mañana será formalizado en el Juzgado de Garantía de Viña del Mar.