El extraño mundo del joven confeso de asesinar a un argentino en Recreo
Mientras unos lo ven como alguien tranquilo y solitario, otros, de manera anónima, lo sindican como alguien "malo" que disparaba al aire en distintos horarios. Familia prefirió no hablar.
En la calle Habana de Recreo, en donde reside Felipe Cubillos Prado (24), el autor confeso del asesinato de Pablo Villabona (22), pocos quieren hablar del tema. Principalmente la familia, que encerrada en la vivienda 306, aguarda las instrucciones de su abogado y la fiscalía.
La Estrella intentó conversar con la abuela que instó a Felipe para que se entregara a la justicia, pero esto no pudo ser posible, ya que cercanos manifestaron que no se encontraba bien de salud. En su lugar atendió un tío, que pidiendo que no los molestaran más, expresó: "No podemos hablar porque esto es reciente y ni yo sé bien qué pasó. Él (Felipe) llegó a la casa, habló con mi mamá (la abuela) contando lo que pasó y no sé si defenderle sea un error (...) Obviamente nos sentimos totalmente destruidos porque es una situación que nadie espera. Pero bueno, aún estamos viendo bien qué pasó y si fue en defensa propia, ahí vamos a estar tranquilos".
Los vecinos, en tanto, observaban curiosos desde las ventanas.
"era tranquilo"
A eso de las 12.00 horas, un joven llamado Sebastián Salazar, que subía por la calle escuchando música con unos audífonos blancos, reconoció que ubicaba a Felipe Cubillos desde la infancia. "No me explico lo que pasó porque siempre ha sido piola desde chico. Fuimos compañeros de curso en el colegio Balmaceda, pero lo dejé de ver hace tiempo. Perdí el contacto con él y cuando lo vi en la tele, todos quedamos mal. Es una persona tranquila dentro de todo, encerrado en su mundo, pero piola. El 'Huesillo' es así, siempre solitario, pero tranquilo", declaró.
Mientras el joven habla, las personas que están en la verdulería y la carnicería de más arriba, se asoman para tratar de escuchar. Minutos después, también se animan a conversar, pero con cautela. "Era tranquilo, yo me quedé pasmado cuando supe la cuestión. No tenía ni idea... la abuela venía a comprar acá al negocio y cuando yo le preguntaba qué iba a llevar, me decía 'una chuleta o un bistec para el Felipe' como clienta. Cuando ayer llegué a abrir el negocio me encontré con que estaba la PDI y Carabineros y dentro mío dije '¿qué hue... pasa aquí?' y me encontré con que este joven había hecho eso y no le encuentro explicación", señaló Pedro, que lleva más de 40 años trabajando en la "Carnicería Lo Vásquez".
Desde la verdulería "La Chacrita", la señora Gladys Corrotea indicó que por su antigüedad en el barrio los conocía muy bien a todos. "Al Felipe lo conocí de antes que naciera y se veía tranquilo. De repente venía a comprar acá y grandes problemas no tenía. Siempre andaba solo, de polerón negro y pantalones de camuflaje, de militar. Estamos sorprendidos porque la abuela venía acá y nunca dio problemas... fue él no más el que se rayó", apuntó.
Otras opiniones
De pronto, una vecina que se dirigía a la verdulería muy molesta, increpó a la vendedora para que fuera sincera. "Oye, 'mójate el potito' y di la verdad, el cabro ese no es una santa paloma", le enrostró. La mujer, que pidió por todos los medios que no fuera grabada ni fotografiada, se mostraba indignada porque todos los vecinos hablaban de Felipe como un joven tranquilo.
"No me grabe ni nada, pero acá nadie habla porque están todos cag... de miedo. El cabro ese no es ná' tranquilo como se está diciendo. Él estuvo disparando desde las cinco de la tarde de ese día y de hace muchos años que anda haciendo maldades...", replicó con rabia.
La señora Gladys, que la escuchaba atenta, respondió que no sabía de los disparos en ese horario, pero que sí hubo otros. "Mi marido trabaja en el Compañía de María y como a las ocho de la noche dijeron que un tipo andaba disparando al aire. Llamamos a Carabineros y ahí llegó un señor a pedirle el teléfono por eso. De ahí no supimos más... pero de que había antecedentes de que (Felipe) de repente disparaba desde la casa, es verdad", afirmó.
La vecina molesta, que tampoco quiso revelar su nombre, agregó: "Ay, Gladys, el Lucho vino y te dijo que a las 5 se habían sentido disparos ahí cerca del cementerio, así que no es tan tranquilo como dicen... Si hubiera más gente que me respaldara, yo hablaría. Pero nadie sabía que tenía armas y ya son años que ha hecho cosas malas. A veces hacía pichí para afuera y toda la gente lo veía, tiene amigotes... y por eso uno no se mete, por la familia. Hace cinco años, a un vecino que vivía con su hermana le hizo pebre la camioneta con balines y se tuvo que ir. Se llamó insistentemente a Carabineros pero no pasó nada. Este cabro me da rabia porque no es aporte para la sociedad".