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Las extenuantes jornadas de los garzones en verano

Gracias al turismo que ofrece la Quinta Región cientos de jóvenes consiguen trabajo para salir de vacaciones.
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Daniella Tossi C. - La Estrella de Valparaíso.

Llegó el verano y cientos de estudiantes no pierden la oportunidad de poder juntar algunas lucas. La oferta laboral aumenta gracias al turismo y la pega de garzón se convierte en el puesto más solicitado por los jóvenes, el trabajo ideal para muchos, pero que no siempre cumple las expectativas.

Para los restaurantes la jornada comienza a eso de las nueve de la mañana, donde los recién contratados jóvenes, o sea "los pajaritos nuevos", deben llegar a abrir el local, levantar rejas, montar mesas, sillas y quitasoles, para luego seguir con la limpieza de mesas, pisos, baños y cocinas y terrazas.

Durante el día las tareas no terminan, además de atender al público y servir mesas, los garzones se turnan para mantener los baños limpios, "Lo peor de la pega es limpiar los baños, cuando uno llega a trabajar de garzón nunca se espera que le tocara hacer eso" señala Camila, garzona en un restaurant en Concón.

La maratónica jornada bajo el sol no termina, los turnos a veces no descansan y como la demanda en hora de almuerzo aumenta, los jóvenes deben esperar hasta las cinco de la tarde para poder sentarse y almorzar. "Hay días que el local está tan lleno que no paramos, he pasado días en que el turno termina y yo no he comido nada" nos cuenta Javiera, garzona en un restaurant en la costa.

En situaciones como esta aflora la solidaridad y el trabajo en equipo. La paga no siempre es buena pues no todos los clientes dejan propinas, es por esto que hace mucho tiempo los garzones hacen un fondo común y reparten las propinas en partes iguales.

Caso similar le ocurre a Michell Finning, garzona de una céntrica sangucheria porteña. "Nosotras somos dos niñas por turno, así que una se encarga de hacer los café y la otra atiende, después nos dividimos la propina".

Llamado de atención para regular contratos, horarios, tareas y descansos a los dueños y jefes de personal, para que regularicen la situación de estos trabajadores que por no estar contratados se exponen a abusos laborales, accidentes y malos tratos de parte de la clientela. Falta fiscalización.

Los grandes también disfrutan de febrero

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Una entretenida jornada vivieron decenas de niños del cerro Esperanza, gracias al programa "Verano en mi Barrio, me gusta" que promueve la Municipalidad de Valparaíso.

Los peques pudieron disfrutar de piscinas, toboganes, camas elásticas, pinta caritas, helados, concursos y competencias deportivas, lo que dio vida a una jornada llena de alegría y entusiasmo.

Por su parte, los padres también participaron en las diversas actividades programadas, gran parte de ellos apoyando a sus hijos para ganar los distintos premios. Fue así como, tanto las mamás como los papás, se dedicaron a inflar globos, bailar y cantar.

Las vecinas del sector también fueron beneficiadas en esta jornada con un completo servicio de manicure a cargo de la Oficina de la Mujer porteña.

Mitzy Ulloa, vecina del sector señaló que "esta es una buena instancia para que los niños puedan recrearse. Las playas están muy peligrosas ahora, ya no es tan seguro para bañarse, así que aquí los niños tuvieron la oportunidad de compartir y entretenerse juntos".

Molinos de V. Alemana postulan a M. Nacionales

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Rescatar los tradicionales Molinos de Viento y lograr su declaratoria como Monumentos Nacionales es el objetivo del proyecto que inició la Municipalidad de Villa Alemana, y que actualmente está en etapa de difusión en la comunidad.

El alcalde José Sabat explicó que tras un diagnóstico que se realizó en la comuna, en el ámbito patrimonial, los vecinos expresaron un alto interés por conservar el tradicional símbolo de la ciudad. "En junio del 2015 se encargó a la Unidad de Patrimonio Comunal realizar un catastro de los molinos que quedan en Villa Alemana, de los cuales se contabilizaron 75, siete de los cuales están en terreno público", contó.

La semana pasada se iniciaron los conversatorios con la comunidad, para explicarles en qué consiste el proyecto.

Paralelamente, la Unidad de Patrimonio Comunal, con la asesoría del Centro de Estudios y Gestión del Patrimonio de la Universidad de Valparaíso, comenzó la investigación histórica y el levantamiento arquitectónico de los molinos que subsisten en Villa Alemana. Todos esos antecedentes se presentarán en el expediente técnico ante el Consejo de Monumentos Nacionales.