Familiares
En cuanto a los familiares de Felipe, en la audiencia sólo se presentó un tío que prefirió no hablar con la prensa tras recibir las recomendaciones de su abuelo. Tampoco se presentaron familiares de Pablo Villabona.
En cuanto a los familiares de Felipe, en la audiencia sólo se presentó un tío que prefirió no hablar con la prensa tras recibir las recomendaciones de su abuelo. Tampoco se presentaron familiares de Pablo Villabona.
En una audiencia que comenzó a las 12.45 horas en el tribunal de garantía de Viña del Mar, la justicia determinó que Felipe Cubillos Prado (24), imputado por asesinar al argentino Pablo Villabona (22) el pasado domingo en Recreo, quedara en prisión preventiva por los 90 días en que dure la investigación.
La medida cautelar, que fue solicitada por el Ministerio Público, también fue convenida por el magistrado Ignacio Adana Turi, quien en virtud de los antecedentes, no dudó en considerar que el muchacho "es un peligro para la seguridad de la sociedad".
Cubillos Prado, que fue formalizado por los delitos de homicidio simple de carácter consumado y porte ilegal de arma de fuego (las tenía debidamente inscritas pero no podía portarlas en la vía pública), se presentó con el cabello más corto y en todo el proceso permaneció con la mirada fija en el suelo. Posteriormente, cuando se le dio la palabra a Iván Seperiza, su abogado defensor, trascendió que no lo ha estado pasando muy bien. "Mi representado ha sufrido descompensaciones, no ha comido y ha recibido amenazas en el penal (estaba en el módulo 111). Por todo esto, solicitamos que pueda ser trasladado a la cárcel de Limache", manifestó.
El magistrado accedió a la petición y en un plazo de no más de 3 días se hará realidad.
Para decretar la medida cautelar, el fiscal adjunto de Viña del Mar, Cristian Paredes, se refirió a todos los antecedentes que existen hasta el momento: los partes policiales de la Primera Comisaría de la Ciudad Jardín y la tenencia de Recreo, el relato de dos testigos presenciales que circulaban en sus vehículos cuando se percataron del disparo y otro de un amigo del occiso que justamente estaba con él cuando estaban cargando la camioneta para la mudanza.
Dentro de estos testimonios, se rescataron nuevos detalles. Por ejemplo, que el disparo que Felipe habría efectuado fue a menos de 1 metro de distancia y que antes de huir, se quedó mirando a Pablo por unos segundos mientras éste estaba tendido en el suelo tocándose el abdomen. Los testigos presenciales indicaron que en un principio creyeron que se trataba de un asalto y que después vieron huir a Felipe con el arma en sus manos.
"La fiscalía tiene un informe bastante completo, hay testigos, hay peritajes que realizar al arma para determinar el mecanismo de disparo que se ha utilizado y otras diligencias que va a determinar el fiscal que quede a cargo de la causa", advirtió Paredes, aclarando que él no va a seguir con el caso.
En este sentido, la defensa señaló que por haber confesado su participación en el hecho y además haberse entregado, Cubillos Prado -quien es conocido como el "Huesillo" en Recreo- podría cumplir un arresto domiciliario en vez de la prisión preventiva. "Atendiendo el reconocimiento que hizo muy tempranamente de su participación en este hecho, buscábamos una medida distinta, como un arresto domiciliario pero el magistrado decretó la prisión preventiva", dijo Seperiza.
A su vez, el abogado defensor declaró que "no se descarta ningún tipo de pericia por el estado mental" del imputado, ya que en estos últimos días lo ha notado bastante perturbado por la situación.
En la audiencia también se habló de un cuchillo que supuestamente habría cargado el argentino. Esto se está investigando con las cámaras de televigilancia que tienen algunos edificios de las calles Arturo Prat y Diego Portales. "Mi representado declaró sobre un cuchillo y si bien hay testigos, se van a revisar las cámaras que hay en los edificios. De comprobarse, es una circunstancia que podría alegar legítima defensa completa o incompleta pero hay que investigarlo", apuntó Iván Seperiza. Respecto a las armas que mantenía en su casa, el abogado afirmó que Felipe vivía solo con su abuela de 80 años y que "las tenía por motivo de seguridad".
Con todo, el joven arriesga una condena que va de los 10 años. "El delito de homicidio tiene una pena objetiva de 10 años y un día a 15 años. En este caso, la defensa tiene algunos antecedentes que podrían tratar de esgrimir una pena menor, pero eso va a ser materia de un juicio oral o sentencia en su momento", señaló el fiscal Paredes.